Las obras de Manuel Azaña pasan este año al dominio público

Como cada 1 de enero, en España quedan libres de derechos las obras de autores muertos 80 años atrás, si su fallecimiento es anterior al 7 de diciembre de 1987. Con posterioridad a esa fecha los derechos son por 70 años. En 2021, probablemente porque ocho décadas atrás el país estaba en la negra posguerra, sobresalen las obras de políticos protagonistas de la Segunda República y la Guerra Civil que también escribieron. De los 166 autores liberados, destaca la figura del presidente de la República Manuel Azaña y de otros dos dirigentes de aquellos años: Julián Besteiro y Lluís Companys. Al pasar sus obras a dominio público, informa la Biblioteca Nacional, estas “pueden ser editadas, reproducidas o difundidas públicamente”. De estos autores, la BNE ha seleccionado una parte de sus títulos que están disponibles en el portal de la Biblioteca Digital Hispánica. Además de datos biográficos, la BNE, a través de Google Maps, ha dispuesto la posibilidad de rastrear en las provincias de origen de los autores, así como hacer selecciones por sexo, profesiones... En cuanto a autores internaciones libres de derechos, hay varios clásicos, como Francis Scott Fitzgerald (El gran Gatsby), Mijaíl Bulgákov (El maestro y Margarita) y el filósofo Walter Benjamin.

Azaña, nacido en 1880 en Alcalá de Henares, fue ministro de la Guerra, presidente del Consejo de Ministros y de la Segunda República. En su labor literaria destaca como memorialista, además de fundar y dirigir revistas literarias y políticas. Murió en el exilio en Montauban (Francia). Entre sus títulos, La velada de Benicarló (1939), que resume, en forma de diálogo, su pensamiento político. Y la novela El jardín de los frailes (1927). También, La Corona: drama en tres actos y Al año de guerra, el célebre discurso que pronunció en la Universidad de Valencia el 18 de julio de 1937.

Besteiro, madrileño de 1870, sucedió en la Presidencia del PSOE y de la UGT a Pablo Iglesias. En su carrera política fue concejal, diputado y presidente de las Cortes constituyentes de la República. También fue un intelectual, catedrático de Lógica y traductor. Encarcelado por el recién instaurado régimen dictatorial, murió en la prisión de Carmona (Sevilla). De sus escritos, destaca Marxismo y antimarxismo, el discurso de recepción en la Academia de Ciencias Morales y Políticas, en 1935, y La lucha de clases como hecho social y como teoría.

Companys, ilerdense de 1872, fue presidente de la Generalitat de Cataluña, periodista y director de periódicos. Murió fusilado en el castillo de Montjuïc, tras ser capturado en Francia por la Gestapo. Junto a ellos, otros personajes de la política, como el sevillano Domingo Barnés, ministro de Instrucción Pública y embajador, traductor de obras de psicología y educación; o Julián Zugazagoitia, ministro de Gobernación, escritor, novelista y director del periódico El Socialista.

También son de consulta libre las obras de personalidades tan interesantes como María Vinyals, marquesa de Ayerbe, escritora socialista y sufragista gallega; el dibujante de revistas de humor de los años treinta Carlos Gómez Carrera, conocido como Bluff; la poeta canaria Ignacia Lara, el médico Juan Bartual, colaborador de Ramón y Cajal y decano de la Facultad de Medicina de Valencia; la enfermera Ángela Graupera, anarquista, corresponsal en la Primera Guerra Mundial y escritora, de la que destaca la obra El gran crimen: lo que yo he visto en la guerra (1935) y autora de unas cuarenta novelas de amor. O Joaquín Argamasilla de la Cerda y Bayona, novelista amigo de Valle-Inclán, que presentó la metasomoscopia o habilidad para ver a través de los objetos, lo que le valió la denuncia por falsario del gran Harry Houdini.