Ni contigo ni sin ti
Belén Maya y Juan Diego Mateos protagonizan un extraño duelo de danza y guitarra
Un guitarrista y una bailaora, ambos más que acreditados en sus respectivas disciplinas, se encierran en un escenario durante más de una hora. La música del primero y el baile de la segunda como obligados vehículos de un entendimiento que perseguiría una nueva forma de compartir la escena, más allá del patrón que imponen los estilos. Cuando se interpretan estos de forma tradicional, el guitarrista suele llenar las transiciones, ese tiempo en el que la bailaora se cambia de ropa o, sencillamente, respira. De la inspiración de esos espacios parece haber nacido la idea de este espectáculo: la de bailar otra música y que esta suscite, a su vez, otra danza.
Juan Diego Mateos y Belén Maya. Ni tu ni yo.
Guitarra: Juan Diego Mateos.
Baile y coreografía: Belén Maya.
Música: Juan Diego Mateos y Antonio Soteldo.
Dirección: Fernando López.
Ciclo Con nombre propio.
Sala Paúl, 27 de febrero
La necesidad de un equilibrio entre ambas fuerzas alimentó la incógnita previa al espectáculo, una duda que no rebajó la expectativa levantada por la función de estreno de este jueves y la del día siguiente: ambas agotaron todas las localidades de la Sala Paúl, escenario alternativo dentro de la programación oficial del festival. Juan Diego Mateos había ordenado para la ocasión una suerte de suite con una selección de temas de sus tres grabaciones, más algunos nuevos o un par de standars del jazz, un guion musical estructurado al modo de concierto clásico en tres movimientos, donde las composiciones de Antonio Soteldo se apoderan de la mayor parte del discurso. También los créditos señalan una dirección escénica, por lo que se supone una dramaturgia, aunque se apele a la libertad.
El planteamiento pareció buscar la linealidad de forma premeditada, sin apenas cortes que pudieran provocar el aplauso. Lo consiguieron: apenas un par de ellos —y breves— interrumpieron el desarrollo de la obra. Esta transcurre con una cierta monotonía ante la escasez de baile y el tono de una música encadenada que remite a una misma línea compositiva, con contados cambios de tensión. Se espera el baile, pero se impone la expresión dramática en una serie de movimientos escénicos que parecen remitir a la cotidianidad de la mujer. Por unos momentos, Belén Maya parece fundirse con una música que se aviva y concreta: destellos de soleá y de tangos, las entrecortadas sevillanas con su baile de sillas. La bailaora despliega entonces los elementos de su rica sintaxis dancística, pero todo se queda en apuntes que dibujan un espejismo. El espectáculo no adquiere el tono esperable y vuelve a caer en la línea ya señalada.
Las expectativas fueron grandes, las premisas parecían correctas, pero la plasmación sobre las tablas, con la ausencia de un adecuado equilibrio y un difícil entendimiento, se sostuvo a duras penas. La experimentación y el riesgo son dignos de alabanza y constituyen la esencia del arte, aunque no siempre funcionen.
Sara Baras, el puente y 'La Fiesta'
Con la llegada del puente del Día de Andalucía, el festival alcanza su primera semana y adquiere un tono festivo con la programación de una docena de espectáculos. A ese mismo tono contribuyó la visita en la noche del jueves de la Compañía de Sara Baras, que provocó un lleno tan espectacular como lo fue su propia obra, Sombras, la misma que se está despidiendo en Madrid en estas fechas.
Durante los fines de semana del festival se abre, además, un espacio muy apreciado en la cita, la bodega Los Apóstoles, consagrada en esta ocasión al cante de David Carpio, el jueves, y Miguel Lavi, el viernes. Pero, sin duda, la gran apertura de esta edición es la de los Claustros de Santo Domingo que, durante día y medio, acogerán el sábado y parte del domingo un ciclo especial dedicado a La Fiesta, con seis espectáculos programados. Jóvenes artistas dirigirán diferentes cuadros que representan este aspecto del flamenco. Luis de Perikín, Pepe el Morao, Saray García o Nono Jero son algunos de esos nombres que representan un relevo consolidado en el arte local. No faltan, sin embargo, ilustres invitados como Juan Villar, Diego Carrasco o Tomasito, entre otros.
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