Martin Freeman: “Actuar es reaccionar. Si no sabes cómo recibir una emoción, dificultas el trabajo de todo el mundo”

El público británico comenzó a fijarse en Martin Freeman gracias a la serie de televisión The Office. “En The Office teníamos cierto margen para improvisar, pero eso no nos convertía en coguionistas o que luchásemos por ello. Era una comedia guionizada, pero Ricky Gervais y Stephen Merchant fueron muy inteligentes y generosos y pudimos dejarnos llevar. Disfruté mucho haciendo ese personaje”, afirma.

Luego llegó Sherlock, en donde interpretó al doctor Watson. “Lo que me sorprendió cuando leí el primer episodio fue lo inteligente, lo divertida y emocionante que era. Tenía una dinámica muy buena”, dice. Estas dos series convirtieron a Martin Freeman en uno de los actores más populares del Reino Unido. “El dicho de que actuar es reaccionar es completamente cierto. Ese es nuestro trabajo. Si no sabes cómo recibir una emoción, y actuar en consecuencia, dificultas el trabajo de todo el mundo. Si alguien te dice: A, B y C y tú respondes F, G y J, no tiene sentido. Tienes que escuchar”, explica.

El domingo 13 de diciembre los aficionados podrán conocer todos los detalles de la vida y de la trayectoria profesional de Martin Freeman gracias a una nueva entrega de Una vida en imágenes, el programa de entrevistas producido por la Academia Británica de Cine y Televisión (BAFTA), que en España emite en exclusiva TCM. Al final de la emisión, los espectadores podrán ver Historias de fantasmas, una de sus películas más recientes, dirigida por Jeremy Dyson y Andy Nyman.

Martin Freeman tiene 49 años. Nació en Aldershot, en el condado de Hampshire. Al cumplir los 14, debido al asma, tuvo que abandonar una prometedora carrera como jugador de squash. A los 15 se apuntó a clases de teatro. Luego fue a la Universidad y realizó las pruebas para matricularse en la escuela de Arte Dramático. En el cine le hemos podido ver en filmes tan comerciales como Love Actually, Capitán América: Civil War o Black Panther. “Soy ambicioso, pero también sé que no voy a interpretar ciertos papeles. Ni siquiera me los van a ofrecer”, confiesa tranquilamente en la entrevista.

En enero de 2011 Martin Freeman se incorporó en Nueva Zelanda al rodaje de El hobbit, una filmación que se prolongó a lo largo de dos años y medio y en la que interpretó al personaje de Bilbo Bolsón. “No fue fácil aceptar el papel, más que nada por motivos familiares. Todo el mundo me decía que aceptase, pero tenía dos hijos pequeños y quería que todo fuera bien. No sabía cómo compaginarlo con mi familia”.

Finalmente aceptó el reto y, gracias a ese papel, se hizo famoso en todo el mundo. “Tu trabajo es siempre el mismo: hacer que el público crea durante una obra, una película o un episodio de televisión, que eres ese personaje”, afirma. Contestando a las preguntas de la periodista y crítica de cine Briony Hanson, Martin Freeman reconoce que le gusta cambiar periódicamente de actividad y hacer un poco de todo. “Me mantiene cuerdo. De lo contrario, siento que me atrofio”, reconoce. “Cuando hace tiempo que no hago una obra de teatro, me muero por hacer una. A veces, rodar me saca de quicio por la monotonía que supone, pero también es monótono hacer una obra ocho veces a la semana durante meses”, sentencia.

Pero Martin Freeman es también consciente de cuáles son sus límites. “Necesito ganar más confianza para escribir. Todavía me parece que es algo que hacen personas de otro planeta, como la música”. Confirma también se plantea dirigir, “pero lo que más me gusta es actuar”, dice acto seguido. “Creo que se me da bastante bien. Es lo que puedo ofrecer. Me encanta mi trabajo. Y he tenido mucha suerte”, concluye. Así de natural y sincero es Martin Freeman y los espectadores de TCM podrán comprobarlo el domingo, día 13, viendo su entrevista en el programa Una vida en imágenes.