Ridley Scott: “Antes de comenzar a rodar ya tengo la película filmada en mi cabeza”

Antes de dedicarse plenamente al cine, Ridley Scott dirigió varias series para la BBC y realizó centenares de anuncios de televisión. “Aprendí a ajustarme a un presupuesto y a tomar decisiones con rapidez, algo que las escuelas de cine no enseñan”, dice. El mundo de la publicidad le aportó también unos fundamentos estéticos que se convirtieron en uno de los sellos fundamentales de su estilo cinematográfico.

En 1977 debutó en la pantalla grande con Los duelistas, una historia ambientada en la época de Napoleón sobre dos soldados que se baten interminablemente a lo largo de los años. Estaba basada en la novela de Joseph Conrad y protagonizada por Harvey Keitel y Keith Carradine. Un largometraje por el que ganó el premio a la mejor ópera prima en el Festival de Cannes y que le sirvió para introducirse en Hollywood.

Dos años después le encargaban un proyecto que aunaba la Ciencia Ficción con el género de terror: Alien, el octavo pasajero. La película tenía unos excelentes decorados, basados en bocetos del dibujante Jean Giraud, y una atmósfera asfixiante que producía una gran inquietud. El éxito de la cinta le catapultó a la fama. Una reputación que aumentaría, aún más, cuando en 1982 estrenó Blade Runner.

El domingo 25 de octubre Ridley Scott será el invitado de Una vida en imágenes, el programa de entrevistas que realiza la Academia Británica del Cine y la Televisión (BAFTA), y que en España emite en exclusiva TCM. En la conversación que mantiene con la periodista y crítica cinematográfica Francine Stock, el realizador británico repasa su vida, su carrera y su personalísima forma de trabajar. “Antes de comenzar a rodar ya tengo la película completamente dibujada en un storyboard. Es como si la hubiera filmado en mi cabeza. Así que, cuando llego al set, no necesito guion. Solo tengo que conocer la geometría para saber dónde tengo que colocar las cámaras para que sean más útiles. Para eso necesito los mejores camarógrafos”, explica.

En la charla, Ridley Scott habla no solo de sus éxitos, sino también de las críticas que han recibido sus películas a lo largo de los años. Por ejemplo, la que escribió Pauline Kael sobre Blade Runner en la revista The New Yorker. “La arrasó en cuatro páginas. Enmarqué el artículo y lo tengo en mi oficina de Los Ángeles. Cuando lo veo, siempre digo: '¡Qué equivocada estabas, cariño!”.

Repasar la filmografía de Ridley Scott produce vértigo: Legend, La sombra del testigo, Black Rain, 1492: la conquista del paraíso, Tormenta blanca; películas comerciales al servicio de estrellas de Hollywood como La teniente O’Neil con Demi Moore, Gladiator, con Russell Crowe o Black Hawk derribado… Es un director que llama siempre la atención por la estética muy cuidada y por unos montajes cada vez más osados y trepidantes. Sus críticos dicen que ha creado una especie de marca o de franquicia y que se olvida de profundizar en el guion o en los personajes. Él se definió una vez como “un ilustrador de mundos” y, verdaderamente, muy pocos le quedan por abarcar.

El 30 de noviembre cumplirá 83 años y sigue en activo. A comienzos de 2021, estrenará su nueva película, The Last Duel, un drama histórico escrito y protagonizado por Matt Damon y Ben Affleck, y guarda en su cajón de trabajo algunos proyectos más, como una segunda parte de Gladiator.

El domingo 25 de octubre los espectadores de TCM lo podrán conocer más y mejor gracias a Una vida en imágenes. Antes de la entrevista, podrán disfrutar viendo una de sus películas más conocidas, Thelma y Louise, y una vez terminada la conversación con Francine Stock, TCM emitirá, además, los dos primeros episodios de la serie de televisión Raised by Wolves, que Ridley Scott ha producido y dirigido, y que está siendo emitida por TNT.