El racismo y la diáspora con una cámara poética
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo exhibe una retrospectiva del cineasta y artista John Akomfrah
El racismo en el Reino Unido de los años 80, el océano unido a la diáspora de animales salvajes y hombres, las migraciones por motivos religiosos entre 1654 y 2015, desde Brasil a Irak… las estimulantes películas del cineasta y artista contemporáneo John Akomfrah (Accra, Ghana, 63 años) ayudan a reflexionar sobre el áspero tema del éxodo, que suaviza con un montaje poético de imágenes y música para engatusar al espectador. Y la lírica de cinco de sus filmes está desde este miércoles y hasta marzo en un monasterio muy ligado antaño al comercio de esclavos hacia América: la antigua Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla, hoy sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), que acoge la primera retrospectiva en España de la obra de Akomfrah, La Tierra es plana.
“Conozco Sevilla como aficionado del fútbol, pero esta es una forma más refinada e intelectual de llegar a la ciudad. Las obras cubren dos décadas de mi trabajo y esta exposición las reúne de nuevo para que tengan conversaciones peripatéticas”, ha relatado por videollamada Akomfrah, confinado en su estudio de Londres desde el pasado marzo, para presentar la muestra. ¿Qué reflejo tendrá la pandemia en su obra? “Todo ahora es desastre, pérdidas, soledad y una panoplia de efectos globales sobrecogedora. Dentro de 10 años mi vida será definida como pre y post covid, es una ruptura conceptual total. No puedo ver una forma de volver a lo de antes”, responde. El artista, acostumbrado a rodar en los cinco continentes, director del British Film Institute durante siete años y profesor en prestigiosas universidades de Estados Unidos, lanzó las preguntas que le plantea el virus: “¿Qué pasa conmigo? ¿Es necesario viajar tanto como antes?”.
Bajo la oscurecida bóveda de crucería de la nave de la cartuja, tres pantallas envolventes reflejan la respiración de una ballena con imágenes grabadas por el artista, mezcladas con otras de archivo de televisiones en un montaje metafórico de la obra Vertigo Sea. Oblique Tale on the Aquatic Sublime, 2015, producida para el pabellón principal de la Bienal de Arte de Venecia de 2017. Mientras, en el refectorio del antiguo monasterio otras dos pantallas muestran a víctimas de la represión vivida en Mosul durante la guerra de Irak en su película Auto da Fé, 2016 (40 minutos), que realiza un recorrido histórico con ocho migraciones causadas por la religión, la primera de las cuales retrata la huida de los judíos sefardíes de Brasil en 1654.
Hace dos años Akomfrah exhibió en el Museo Thyssen su obra Purple, compuesta por imágenes que invitaban a reflexionar sobre el cambio climático en una muestra colectiva, y en 2015 su filme The Unfinished Conversation se vio en una colectiva del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) en Las Palmas de Gran Canaria. Hasta ahora, nada más en España de sus rodajes, iniciados en los años 80. “Es uno de los pocos artistas que crean un lenguaje con identidad propia sobre el tema migratorio y el racismo”, ha ensalzado Neus Miró, comisaria de la muestra.
Tras el cierre de los cines, una vez que acabe el próximo domingo el festival de cine europeo, la exposición quedará como el único refugio para ver cine en Sevilla hasta que la incidencia del virus amaine, al menos hasta el próximo 24 de noviembre. “Hoy es un día muy triste en Andalucía porque han cerrado los cines”, recordó José Luis Cienfuegos, director del festival -que acoge la exposición- tras adelantarse a las seis de la tarde el cierre de las actividades no esenciales, incluidas las pantallas. “Hemos modificado la zona monumental del monasterio para acoger una exposición donde hay memoria y justicia poética a través de la crítica al colonialismo de Akomfrah”, valoró el director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), Juan Antonio Álvarez Reyes.
La exposición se podrá visitar hasta el próximo 21 de marzo entre las 10 de la mañana y las seis de la tarde, a la espera de que el virus se retraiga en la capital andaluza y el museo aumente su horario de apertura.
Babelia
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