Un agricultor encuentra en Córdoba una pieza arqueológica “de gran valor”

Sobre las ocho y media de la mañana del miércoles, cuando Gonzalo Crespo, de 62 años, se subió al tractor en su parcela del municipio de La Rambla (Córdoba), no podía imaginar que iba a ser el protagonista de un importante hallazgo arqueológico. Se encontraba realizando un surco en la tierra para retener el agua cuando, de repente, se topó con un obstáculo. “Estaba haciendo una faena y noté que el tractor había cogido algo más duro de lo normal. Yo creí que era una piedra, pero cuando me acerqué, me llevé una sorpresa”, cuenta el agricultor por teléfono. Lo que se encontró es una pieza arqueológica de “gran valor” y con una antigüedad estimada de unos 2.400 años, según ha afirmado este viernes la delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Cristina Casanueva.

Cuando se tropezó con la reliquia, Crespo no dudó: “Llamé a un amigo que es cabo de la Guardia Civil, y él me dio las instrucciones”. Al lugar se trasladaron los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), acompañados de los técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. “Yo no tengo conocimientos arqueológicos, pero me di cuenta de lo que había encontrado cuando vi la cara de los técnicos”, cuenta Crespo.

La pieza se encontraba en perfectas condiciones en la parcela que Crespo había heredado de sus padres hace menos de un año. La roca fue trasladada inmediatamente al Museo Arqueológico de Córdoba. Según lo que han podido determinar los técnicos hasta el momento, yacía a unos 60 centímetros de la superficie y se trata de una escultura de bulto redondo, labrada en piedra caliza, con un peso de 166 kg y unas dimensiones de 106 x 50,5 x 34,5 centímetros.

La pieza representa a un animal carnívoro —y si en un primer momento se pensó que era una leona, ahora se baraja la opción de que sea una loba— en el momento de atacar a otro animal, posiblemente un carnero —situado debajo. Además, “su factura y rasgos estilísticos genéricos remiten a las características de la escultura zoomorfa ibérica”, ha señalado la delegada. Otra hipótesis que se contempla es que la escultura pudiera estar situada en un pilar, para verla desde abajo.

Desde su traslado el pasado miércoles al Museo Arqueológico de Córdoba se está procediendo a la limpieza de tierras y a su estudio para determinar de manera precisa todas las características de la escultura. “Es necesario evaluar su estado, aparentemente bien conservado, para poder establecer futuros procedimientos de restauración y un estudio en profundidad que permita su puesta en valor”, ha informado la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico.

“Tras cotejar la situación del hallazgo con la base de datos de Patrimonio Inmueble de Andalucía del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, hemos comprobado que en el lugar del hallazgo y su entorno no hay registrado ningún yacimiento arqueológico”, ha explicado Casanueva. De hecho, dada la “importancia” de esta pieza escultórica, que pudo pertenecer a un conjunto de gran trascendencia, la Delegación Territorial va a promover por vía de urgencia una Actividad Arqueológica de Estudio y Documentación Gráfica.

Crespo, cuyo sentido “cívico, ejemplar y de responsabilidad con el patrimonio” ha reconocido la delegada, lamenta no haber podido ir a visitar su hallazgo: “Con la pandemia no he podido estar allí. Desde que la vi he querido contemplarla con más detalle. Pero creo que está donde tiene que estar”, se consuela.