Los fotógrafos españoles, desolados tras una reunión con Cultura en la que solicitaron ayudas

Una representación de los fotógrafos españoles más importantes sufrió una desagradable sorpresa el pasado 15 de junio, durante la reunión, vía telemática, que mantuvieron cuatro de ellos, entre los que había tres premios nacionales, con el secretario general del Ministerio de Cultura y Deporte, Javier García Fernández, y el director general de Bellas Artes, Román Fernández-Baca. Los asistentes salieron “tristes”, sobre todo por la áspera interlocución con García Fernández. “Nos trató de forma desconsiderada, nos sentimos ofendidos”, han informado a EL PAÍS fuentes que asistieron al encuentro.

Más que la negativa a la mayoría de las propuestas, “la gran decepción” vino por el “tono desabrido” con el que se encontraron. Habían acudido en nombre de más 50 compañeros. Entre los representados estaban todos los premios nacionales vivos (18) y galardonados con World Press Photo, Pulitzer, premios de Cultura de la Comunidad de Madrid, el Bartolomé Ros, que concede PHotoEspaña, o el Ortega y Gasset, que entrega EL PAÍS.

Como autónomos, los fotógrafos reclaman oportunidades de trabajo para poder conseguir algo de dinero en estos momentos de gravísima crisis

Los fotógrafos habían sido convocados por Cultura tras una carta enviada al ministro, José Manuel Rodríguez Uribes, en la que habían mostrado su disgusto por la exclusión de la fotografía en las ayudas específicas anunciadas en las últimas semanas por el Gobierno para distintos sectores, como el cine, el arte contemporáneo o el libro. Fue una constante, según los fotógrafos, que se les remitiera a las medidas generales publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Ellos subrayan, sin embargo, que se trata de un colectivo formado principalmente por autónomos, que solo tienen ingresos cuando reciben un encargo. Y eso es lo que fueron a reclamar: oportunidades de trabajo para poder conseguir algo de dinero en estos momentos de gravísima crisis económica.

Así, lo primero y más urgente que plantearon fue “ayudas a iniciativas creadoras fotográficas”, pero la respuesta fue que ya están previstas becas a las artes visuales, aún por definir. En otras solicitudes, como la rebaja del IVA cultural, la presentación de la declaración de la renta en varios ejercicios en vez de en uno, la exención de un porcentaje del IRPF, el pago del IVA cuando se cobre y no cuando se facture... la contestación fue que ya están “en el estatuto del Artista”, que todavía no se ha desarrollado tras su aprobación en la anterior legislatura, con José Guirao como ministro de Cultura. Uno de los momentos más tensos sucedió cuando el secretario general del ministerio les sugirió que “si hay fotógrafos que lo están pasando mal, vayan al mínimo vital que acaba de aprobar el Gobierno”.

Archivo covid

Otra de las proposiciones fue que se les encargara “un archivo covid”, con obra de los fotógrafos españoles para documentar de cara al futuro la situación de la pandemia en España. Aquí, sin embargo, desde Cultura se mostraron más abiertos e interesados. También hubo un hilo de esperanza cuando se habló de un proyecto anhelado desde hace décadas por los profesionales: la gran casa común de la fotografía, a modo de centro vivo como los que hay en otros países europeos. “Nos dijeron que presentemos un libro blanco y lo estudiarán para debatirlo en otra reunión, en la que también se hablaría del archivo covid”, continúan las mismas fuentes.

Desde el ministerio, se ha informado a este periódico de que la reunión fue “solo un primer paso”. “Recogimos sus peticiones de ayuda, que eran sobre todo de carácter económico, les escuchamos y les dijimos que volveríamos a reunirnos y tendríamos en cuenta lo que habían solicitado para esos futuros encuentros”, señalan desde Cultura. Sobre la protesta por la exclusión de la fotografía de ayudas concretas, Cultura afirma que “el decreto que se aprobó en mayo era de medidas urgentes, para los sectores más vulnerables, pero se va a seguir legislando y hay que aprobar unos presupuestos”.

Tras la reunión, “ante el sentimiento de vapuleo” por parte de los fotógrafos, estos se plantean la publicación de un manifiesto, abierto a todos sus compañeros, para reivindicar “la dignificación de la fotografía como generadora de patrimonio artístico y de documentación para las generaciones futuras”.