Pregunta a Nick Cave sobre duelos, amores y virus
El cantante, que ha aplazado sus actuaciones españolas a mayo de 2021, convierte un consultorio con sus seguidores en terapia
“Hace 16 semanas y tres días que perdí a mi hijo. He encontrado consuelo en los tres últimos discos que has publicado. Pero te quería preguntar una cosa: cómo encontrasteis Susie y tú la paz dentro de ese dolor por perder a vuestro hijo”. Firmado: Luna, Auckland, Nueva Zelanda. Mayo 2020.
No, definitivamente, este no es un consultorio convencional. Y, desde luego, ninguna estrella del pop había hecho algo semejante antes. Hay casos, casi siempre enfocados a dar una imagen humorística y desenfadada de la estrella. Lo hizo Ozzy Osbourne en Rolling Stone, más recientemente Alanis Morissette en The Guardian, y también en España, los casos de Andrés Calamaro o El Lichis, en Rolling Stone España. Ellos tuvieron su consultorio, pero nada comparado al que firma Nick Cave.
Pero urge que conozcamos la respuesta a la pregunta de la ciudadana neozelandesa, que quiere compartir el drama de perder a un hijo. Nick Cave (Victoria, Australia, 62 años) y su pareja desde finales de los noventa, la modelo y diseñadora Susie Bick (Cheshire, Reino Unido, 51 años), vivieron en julio de 2015 la muerte de su hijo Arthur, de 15 años, que se precipitó por un acantilado. Antes el adolescente había tomado LSD, según declaró un amigo durante la investigación. Nick Cave responde a Luna: “Susie y yo hemos aprendido mucho sobre la naturaleza del dolor. Hemos visto que el dolor no es algo por lo que pasas, ya que no existe el otro lado. Para nosotros, el dolor se convirtió en una forma de vida… Nos rendimos a algo sobre lo que no teníamos control, pero nos negamos a caer derrotados. El duelo se convirtió en un acto de sumisión, pero, a la vez, de resistencia… Descubrimos que el dolor contiene muchas cosas: felicidad, empatía, tristeza, furia, perdón, gratitud… Para nosotros el dolor se convirtió en una actitud”. La respuesta se extiende un par de párrafos más sobre esta idea, para terminar: “Susie me dice que te diga [a Luna] que lamenta mucho la pérdida que has tenido. Yo miro ahora a Susie y lo único que puedo decirte es que hay una manera de seguir adelante, no fuera del dolor, pero sí profundizando en él”.
“El duelo se convirtió en un acto de sumisión, pero, a la vez, de resistencia… Descubrimos [su pareja y él] que el dolor contiene muchas cosas: felicidad, empatía, tristeza, furia, perdón, gratitud…”, responde Cave a una seguidora que ha perdido a su hijo, lo mismo que le pasó al cantante
Nick Cave creó en internet en septiembre de 2018 The Red Hand Files (Los archivos de la mano roja) como parte de un proceso terapeútico para superar la muerte de su hijo Arthur, que nació en 2000 junto a su hermano gemelo Earl. El cantante y Susie Bick se casaron en 1999. Ella ya había tenido contacto con la música al posar como modelo para la portada del disco de The Damned, Phantasmagoria. También protagoniza la portada del álbum de su marido, Push the Sky Away. Desde 2014, Bick diseña para su propia marca de ropa, la exitosa The Vampire’s Wife.
El nombre del consultorio es una derivada de una de sus canciones más populares gracias a que es el tema principal de la serie Peaky Blinders, Red Right Hand. El sistema es sencillo. Pinchas en la sección Ask a question (Haz una pregunta), la escribes (en inglés) y se la envías al cantante. Él personalmente las lee, las selecciona y responde en la web. Esto escribió Cave sobre el desarrollo del consultorio: “Me he dado cuenta de que no estaba solo en mi dolor y que muchos de vosotros estáis, de una forma u otra, sufriendo vuestras propias penas. Siento que esta sensación de sufrimiento es el tejido que nos mantiene unidos”.
Con la llegada de la pandemia y la suspensión de la gira de su celebrado disco Ghosteen, que iba a arrancar este año en España (se ha pospuesto a mayo de 2021), Cave ha intensificado su actividad en el consultorio. John, desde Londres, le hace una pregunta sobre el efecto del coronavirus, una cuestión tan breve como de compleja respuesta: “Nick, qué hacemos ahora”. Después de definir a la pandemia como “un barco fantasma”, el cantante comenta una situación personal que le sonará a algunos en estos días sombríos: “Acabo de perder a un ser querido y he reconocido al sentimiento premonitorio de un mundo a punto de ser destruido”. Y alerta: “Debemos tener cuidado con la desinformación interesada de determinadas voces públicas”. Para finalizar con la oportunidad que nos ofrece esta crisis: “Ahora tenemos que decidir qué queremos preservar sobre nuestro mundo y sobre nosotros mismos, y qué queremos descartar”.
Pregunta: “Acabo de conocer a un chico que me gusta mucho, pero que tiene ideas políticas contrarias a las mías. ¿Es una relación condenada al fracaso?". Respuesta de Cave: “Evie, de ninguna manera esa relación está condenada. ¿Quién quiere salir con alguien con el que está de acuerdo en todo?"
Cuando le preguntan sobre sus miedos, Cave se vuelve confesional, y lanza una pulla humorística a un colega de profesión: “Si buscara monstruos debajo de mi cama, encontraría a Trump , a algunos delincuentes cibernéticos, radicales izquierdistas neomarxistas, armas químicas, nazis, Putin, Roger Waters [fundador de Pink Floyd]… Pero lo más probable es que me encontrase a mí mismo, porque la mayoría de los monstruos con los que he tenido que lidiar fueron producto de mis malos pensamientos”.
Hay fases en las que se convierte en un consultorio sentimental tipo, como cuando Evie, desde Birmingham, lanza esta cuestión: “Acabo de conocer a un chico que me gusta mucho, pero que tiene ideas políticas contrarias a las mías. ¿Es una relación condenada al fracaso?". Cave: “Evie, de ninguna manera esa relación está condenada. ¿Quién quiere salir con alguien con el que está de acuerdo en todo? Una cierta fricción es esencial. El desacuerdo y el perdón pueden convertirse en la medida de una relación interesante y duradera”.
Las respuestas de Cave destilan una poética y una profundidad que podrían convertirse en textos de canciones. Como cuando expresó, esta misma semana, su deseo sobre la nueva normalidad: “Ojalá estemos unidos por la compasión, la humildad y una mayor dignidad”. Pero no todo es sufrimiento. A pesar de que algunas veces el tono de The Red Hand Files es casi metafísico, existe espacio para el humor, el comentario de novedades musicales (muchas preguntas por lo nuevo de Bob Dylan) o el devenir del rock.
Hay una aparición estelar desde España, que Cave encadena con otra pregunta. Joseph, desde Holanda, escribe: “Nick, cuéntanos un chiste”. El cantante responde: “Yo no te lo voy a contar, pero Juan sí”. Es entonces cuando entra en juego la pregunta de Juan, desde Alicante: “¿Piensas en cómo morirás, Nick? Yo sí: quiero morir pacíficamente, como mi abuelo, mientras dormía. Y no gritando y maldiciendo como un conductor al volante de su coche”. El cantante responde así al seguidor alicantino: “Aunque no pienso a menudo en las circunstancias de mi muerte, espero ir con tanta alegría y humor como me puse al leer tu pregunta. Eres un ser humano hermoso y te doy las gracias por todas las preguntas que me has enviado. Amor, Nick”.
En la socarronería se encuadra también esta pregunta y esta respuesta. “Tengo unos calcetines con el logotipo de The Bad Seeds [el grupo que acompaña a Cave] y me preguntaba si tú te los pones”, cuestiona un seguidor. Y responde el músico: “Sí, me los pongo. Cuando me pongo con mi mujer a hacer el entrenamiento de Jane Fonda me visto con unos calentadores de Radiohead, unos pantalones elásticos, una camiseta de látex y una diadema como la que llevaba Mark Knopfler en Dire Straits. Entonces soy una estrella dando saltitos en su más extrema banalidad”. Nick Cave, siempre elegante en cualquier situación del día.
Babelia
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