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El hombre que fue jueves
Columna
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Tres viajes con el poeta

"Este año que ya acaba he viajado tres veces con Lorca, de la mano de tres grandes artistas: Nuria Espert, Irene Escolar y Alberto San Juan"

Marcos Ordóñez
El poeta granadino en un fotograma de 'Luna grande. Un tango por García Lorca'
El poeta granadino en un fotograma de 'Luna grande. Un tango por García Lorca'

Este año que ya acaba he viajado tres veces con Lorca, de la mano de tres grandes artistas: Nuria Espert (Romancero gitano), Irene Escolar (Leyendo Lorca) y Alberto San Juan (Nueva York en un poeta). El pasado día 29, en el teatro de Mirasol, en el off de Sant Cugat (Barcelona), hice el tercer viaje. Una noche fría, oscura. De repente, un golpe de alta luz y la felicidad de ver una cola de espectadores que rodeaba el casal. Aparece San Juan con un traje negro de chansonnier, y vuelve diáfanos los versos intrincados, oraculares, de Poeta en Nueva York, casi como si se los contara a un amigo en un club de madrugada, brindando con un alcohol purísimo. El teatro está desbordado.

Al acabar, el público se pone en pie y aplaude como quien toca palmas. Le digo: “Esta joya debería verse en colegios, clases de teatro… debería ser obligatoria”. Habla de “conferencia-recital” por humildad, porque es mucho más que eso: es un doble regalo, por las palabras de Lorca y por la voz (y a veces la música) de San Juan. Me cuenta que el espectáculo “nace de mi amor por Lorca y su obra inagotable”. Comenzó aprendiéndose la prosa y leyendo en público los poemas del libro, a veces solo y a veces acompañado por cuatro músicos: batería, contrabajo, guitarra y teclados. Y me deja realelado cuando me dice, como sin darle importancia, que “ha sido la primera vez que lo hacía sin tener el texto en la mano. ¿Nervios? No, el placer para mí fue mayor. ¡Qué suerte tengo de poder decir estas palabras en un escenario! ¡Qué oficio maravilloso!”.

Sigue sorprendiéndome: “La función no se ha ensayado nunca. Se va haciendo en los sucesivos encuentros con el público: no más de 10, hasta ahora. Hará unos meses, Lluís Pasqual tuvo la generosidad de encontrarse conmigo una mañana en una sala de ensayo del Español para escucharme leer los textos. Solo me dijo un par de cosas, pero muy útiles. Esa ha sido la única mirada exterior más allá de la de los espectadores. ¡Pero qué mirada! Y la luz que has visto la improvisó ayer Raúl, mi compañero iluminador, durante el recital, a partir de una base que había preparado.

La función seguirá cambiando, haciéndose, hasta el último día, como siempre en el teatro, por otra parte. Otro de los regalos de la vida”. Alberto San Juan alterna funciones con los músicos o en solitario, como ayer. El 18 de diciembre vuelve al Teatro del Barrio, “pero ya no hay entradas”.

El 19 la llevará a Bilbao. En marzo y abril, de nuevo al Barrio. En febrero y mayo, retorno a Cataluña: Cornellá y Rubí, “de momento”. Quiere hacerla en Barcelona, pero todavía no se ha cerrado. Y en noviembre recorrerá el norte. No hay que olvidar que Espert sigue con el Romancero (en enero, en el Romea), y que Irene Escolar debería seguir con ese Leyendo Lorca que aún no ha girado lo que merece.

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