Un niño de seis años, en estado crítico tras ser arrojado desde el décimo piso de la Tate Modern
El atacante, de 17 años, fue detenido y se enfrenta a una acusación de intento de asesinato
Un adolescente de 17 años permanece detenido en Londres acusado de haber arrojado a un niño de seis años desde el décimo piso del museo Tate Modern, ante el horror de los visitantes de la atracción turística más popular del Reino Unido. El pequeño, cuyo cuerpo aterrizó en el quinto nivel del edificio, se encuentra en estado crítico aunque estable y los médicos no temen por su vida.
El suceso se produjo el domingo en la concurrida plataforma de observación de la galería de arte contemporáneo. Según el relato de varios testigos que estaban admirando las vistas sobre el río Támesis, se escuchó un ruido muy fuerte y los gritos desesperados de una mujer inquiriendo “¿Dónde está mi hijo?”. Varios miembros del público formaron un corrillo alrededor de un joven al que redujeron con facilidad porque no opuso ninguna resistencia. Poco después, era arrestado por los agentes como sospechoso de intento de asesinato.
Un portavoz policial ha indicado que no hay evidencia de que el sospechoso “sea un conocido de la víctima”, que fue trasladada al hospital en helicóptero.
En cuanto se produjo el suceso, el grueso del público se dirigió a los ascensores para evacuar el recinto, entre algún conato de pánico, y los comentarios incrédulos de quienes afirmaban que un chico había arrojado a un niño al vacío, ha explicado la periodista de la BBC Olga Malchevska que estaba de visita en la Tate. Su colega de la radiotelevisión pública Jonny Dymond también ha relatado cómo los visitantes, entre ellos muchas familias con niños, fueron conducidos por los guardias de seguridad hacia la sala de Turbinas, que está en el sótano del museo y conecta los dos edificios que hoy conforman la Tate Modern.
El museo, ubicado en la orilla sur del río y que el año pasado recibió 5,9 millones de visitantes, abrió sus puertas en el año 2000 tras la remodelación de una antigua estación eléctrica reciclada en galería para alojar los fondos de arte contemporáneo del grupo Tate (su “hermana” en Londres, la Tate Britain está localizada en la ribera noroeste del Támesis).
La plataforma de observación donde se produjo el suceso es el punto más concurrido del segundo edificio, con el que se culminó la extensión del museo hace solo tres años. Tras el suceso, sus preciosas vistas de la catedral de San Pablo que se yergue en la orilla norte, conectada con la ribera del sur por el puente del Milenio, quedaron vetadas al público. Quienes habían accedido horas antes y asistieron al horrible suceso todavía hoy están en estado de conmoción.
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