En peligro el único cine del barrio de Salamanca

Hasta mediados de los años ochenta, cada barrio de Madrid tenía un par de cines propios. Con la burbuja inmobiliaria, los locales subieron de precio sus alquileres; con la crisis de la taquilla y la subida del IVA, las salas fueron cerrando. Hoy hay distritos de Madrid sin ningún cine. O solo uno. Como en el inmenso rectángulo al este de Madrid, delimitado por la Castellana, la colonia del Viso, la M-30 y la calle de O'Donnell. En esa zona, el barrio de Salamanca, los cinéfilos solo tienen una sala, los Cines Conde Duque Goya, con tres salas, que corren peligro de desaparición en cuanto arranque el mandato del nuevo Ayuntamiento.

Manuela Carmena, la alcaldesa en funciones, dejó firmado el cambio de actividad -actualmente solo puede ser terciaria recreativa- del bajo del local de Goya, 67, que alberga los cines y un establecimiento de la cadena Vips. La presentación de la memoria de esta petición la realizó la empresa propietaria del bajo, Locales EMA S. L. en junio de 2018, y en ese Plan Especial, cuyo número de expediente es el expediente es el 711/2018/03068, se aseguraba: "La finalidad de la propuesta es la de mejorar la oferta comercial en el entorno, en beneficio de los vecinos del barrio, dotándolo de una nueva actividad comercial de mediano comercio, acorde plenamente a la zona en la que se ubica. La actuación pretende implantar un comercio de barrio, para atender las necesidades de los vecinos, evitando en gran medida grandes desplazamientos de clientes en la ciudad". Durante años en ese local existió una única licencia: allí estaba el cine Vergara, donde hoy se sitúan las tres salas del Conde Duque Goya, el Vips y una tercera zona de uso residencial. En la obra a realizar, descrita en el Plan Especial, se fusionan los locales, se adecúan y se reforman para convertirlo en uno solo con cubierta ecológica.

La aprobación inicial, a falta de posteriores notificaciones públicas, fue firmada por Carmena el pasado 27 de septiembre. A Locales EMA se le pidió más documentación que fue entregada el 21 de febrero: un informe ambiental y otro de sostenibilidad de la actuación propuesta. Posteriormente la Junta de Gobierno, el 11 de abril, ratificó ese Plan Especial de reconversión de la actividad terciaria recreativa en comercial, con las firmas de Carmena, Rita Maestre (como secretaria de la Junta de Gobierno) y José Manuel Calvo, como Delegado de Desarrollo Urbano Sostenible. Y se abrió un periodo de un mes de nuevas alegaciones públicas desde el pasado jueves 23 de mayo. Las minisalas Goya forman parte del grupo Conde Duque, propiedad de Iñaki Núñez, y su programación la realiza la empresa A Contracorriente, dueña de los Verdi, que ha declinado realizar declaraciones. EL PAÍS ha intentado infructuosamente ponerse en contacto con Locales EMA. José Manuel Calvo ha declarado a este diario: "Los usos que autoriza el plan especial son los que autoriza el Plan General de Ordenación Urbana y la normativa vigente. Los usos no se cambian con un plan especial, se cambian con una modificación del Plan General. Y a partir de ahí, cuando el Ayuntamiento de Madrid quiere proteger algún uso, tiene que conceder una indemnización al propietario por el lucro cesante que se genera ante la imposibilidad de llevar a cabo ese uso", informa Gloria Rodríguez-Pina.

Solo hay otros dos cines más al este de Madrid entre Atocha y Plaza de Castilla: el Conde Duque Morasol, al norte de Ciudad Jardín, y los Renoir Retiro, al sur de la calle Narváez. Hace décadas en esta zona estaban el Peñalver, el Victoria, los Dúplex, el Fantasio, el Mola (que se convirtió en la discoteca Jácara), el Padilla, el Velázquez, el Tívoli, el Carlos III, el Cid Campeador, el Salamanca, el Benlliure y una docena más. Hoy, para más de 147.000 habitantes solo quedan las tres minisalas del Conde Duque Goya, que en Madrid es uno de los cines con mejores datos de asistencia.