Carlos Baute arranca en Madrid ‘De amor y dolor tour’
El cantante venezolano reconoce "la presión" del 'streaming' antes de la presentación de su último disco
Cinco años ha tardado Carlos Baute en lanzar un nuevo disco, De amor y dolor, que presenta este viernes en la sala Riviera de Madrid y que supone el pistoletazo de salida de su gira. Pero en este tiempo no ha estado parado. Sus sencillos han alcanzado cifras millonarias de escuchas en línea. “Es de locos lo de los singles”, asevera el venezolano (Caracas, 1974) que confiesa que el imperio del streaming lo espolea para lanzar temas sueltos que lo exponen continuamente a un escrutinio. Pero ahora ha hecho un alto para recopilar sus últimos éxitos, presentar cosas nuevas y recuperar así las implicaciones de un disco. El concierto del viernes lo promete divertido y con las colaboraciones de Marta Sánchez y Edurne. Y hasta ahí puede contar.
Dice que le da un poco de “vergüenza” publicar un álbum con algunas canciones que ya llevan dos o tres años rodando, pero lo achaca al cambio de la industria. “No sabes cómo es”, exclama en referencia a “la presión” que siente con cada nuevo tema. Explica que mientras antes le bastaba su guitarra para componer y un par de meses para grabar el disco, ahora cada sencillo requiere de meses de producción. “Trabajas el doble, tienes tanto tiempo que empiezas a cambiar cosas, a desvirtuar el tema, en seis meses has hecho 13 versiones”. Añade que ha de componer pensando en dónde se emitirá el tema, si se puede radiar o no y teniendo en cuenta los hábitos de consumo, donde cuatro minutos de escucha son demasiados. “¿Cómo componer una canción que te invite a escucharla más de un minuto y contar una historia?”, se pregunta.
Sin embargo, esos mismos cambios también le han traído repercusiones positivas, como prolongar la vida de su trabajo. Cada sencillo permanece en el mercado una media de seis meses. También lograr más éxitos. “De un disco había dos o tres canciones muy conocidas, pero seis, imposible”. Ese es el número de hits que ha logrado en estos cinco años. Conoce además el alcance de sus temas y sabe que llega a lugares donde antes no se había imaginado. “Es lindo actualizarse, obviamente no tienes que cambiar tus ideas, pero tienes que actualizarte”, defiende. Cita a Madonna y a Alejandro Sanz, grandes artistas que han sabido amoldarse al mercado, ganando nuevo público y sin perder sus atributos.
Siguiendo esta estela, el cantante ha apostado por los ritmos urbanos en los últimos años, aunque avisa de que es posible que en su próximo trabajo retome guitarra y piano. De amor y dolor cuenta con un equilibrio entre estos mundos, con mucha esencia Baute en temas como Te sigo pensando, en el que repite tándem con Marta Sánchez, 10 años después de Colgado en tus manos. El cantante recuerda aquel “fenómeno” agradecido porque hizo que su música llegase a rincones que nunca hubiese imaginado. "Formará siempre parte de nuestras vidas". Este nuevo tema, que ambos interpretarán en el concierto del viernes, ha superado los 10 millones de visualizaciones.
Sus raíces también están en Vamo’ a la calle, una canción dedicada a Venezuela y compuesta hace dos años, “en un momento muy doloroso”, con la que Baute quiere dar fuerzas a su país. Comprometido política y socialmente, lleva cuatro años trabajando con la Fundación Una medicina para Venezuela y por ello pide a quien acuda al concierto que lleve medicamentos para donar. “No importa si están abiertos, solo tienen que tener una caducidad mayor de cuatro meses”, explica.
Los dos temas se unen a los ritmos urbanos, también con colaboraciones con artistas muy jóvenes a los que echar una mano abriéndoles a más público. Y así, en su disco, están Piso 21, Joey Montana o Farina.
Como parte del fenómeno que está experimentando la música en español, conquistando terrenos como el estadounidense, Baute está maravillado. Apunta que ya había ocurrido antes, con Elvis Crespo, Juan Luis Guerra o Juanes, pero “ahora con todo lo digital” se ensancha y se vuelve más global. “Que no pare de sucedernos a todos los hispanohablantes que ya hemos estado muy invadidos por la música anglo. Qué bien que todos la estén bailando y que los grandes, como Beyoncé o Justin Bieber con Despacito, lo canten; es una bendición para todos nosotros”.
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