Las donaciones privadas para reconstruir Notre Dame ascienden ya a más de 700 millones
El Ayuntamiento de París desbloquea 50 millones para la recuperación de la catedral. También el BCE ha anunciado que contribuirá a la restauración
No será la falta de fondos lo que impida la reconstrucción de la catedral Notre Dame de París. Pocas horas después de que los bomberos declararan controlado, la pasada madrugada, el incendio que ha devastado —pero no destruido completamente, como se temió en un principio— buena parte del emblemático templo gótico de la capital francesa, los planes para su recuperación y, sobre todo, los necesarios fondos para ello, empezaron a llegar de todas partes. Notre Dame, nuestra señora, era este martes más de todos que nunca.
Apenas había terminado el presidente francés, Emmanuel Macron, de prometer ante la todavía humeante catedral que se reconstruirá el monumento cuanto antes, cuando las primeras donaciones se daban a conocer. Entre las más generosas, las de algunas de las familias más poderosas de Francia y la de una de las principales petroleras del país galo. El grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), del empresario Bernard Arnault, ha anunciado la donación de 200 millones para “la reconstrucción de esta extraordinaria catedral, símbolo de Francia, de su patrimonio y de su unidad”, dijo el grupo en un comunicado, en el que además puso a disposición de las autoridades todos sus equipos "creativos, arquitectónicos, financieros para ayudar al largo trabajo de reconstrucción de una parte, y de la colecta de fondos de la otra, que se anuncia”.
El grupo cosmético L'Oréal y los Bettencourt han informado de que van a entregar un total de 200 millones de euros para la recuperación de la catedral parisina, de los cuales 100 procederán de la fundación constituida por esta familia en 1987.
El magnate François-Henri Pinault, uno de los grandes mecenas del arte francés, y su padre, François, donarán 100 millones para las obras en la catedral, según anunció el empresario, que preside el conglomerado de empresas Artemis y el grupo Kering, dueño de marcas de lujo como Saint Laurent, Gucci o Alexander McQueen. “Esta tragedia afecta a todos los franceses y va mucho más allá de quienes se sienten ligados a ella por valores espirituales. Ante tal drama, cada uno desea dar un nuevo impulso lo más rápido posible a esta joya de nuestro patrimonio”, ha dicho Pinault.
A estos donantes se ha sumado también compañías como la petrolera francesa Total. El consejero delegado de la compañía, Patrick Pouyanné, ha publicado un mensaje en Twitter en el que promete 100 millones de euros para la reconstrucción del devastado templo parisino. Otras como Société Générale, JC Decaux o Apple han ofrecido cantidades entre uno y 20 millones.
El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que también contribuirá financieramente a la restauración aunque no ha especificado el importe de esta aportación. "Nos sentimos alentados por la iniciativa de restaurar y reconstruir este monumento", ha indicado la entidad presidida por Mario Draghi.
También el Ayuntamiento de París ha anunciado ya el desbloqueo inmediato de 50 millones de euros, mientras que la presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, desbloqueó otros 10 millones de los fondos de emergencia “para que las obras más urgentes puedan comenzarse rápidamente”, ha dicho en una visita matutina a la catedral. Por allí, volvían a pasar este martes las altas autoridades del país para constatar el avance de las tareas de salvamento, a la espera de recibir una primera evaluación completa de los daños.
Mientras, se multiplican los llamamientos a una cooperación ciudadana. No hay parisino que no tenga un recuerdo propio de Notre Dame, no hay francés que no la sienta un poco suya. A ese sentimiento apeló Stéphane Bern, el periodista y divulgador oficioso de la historia del país —se le conoce como Monsieur Patrimoine, señor patrimonio— para que todos aporten, en la medida de sus posibilidades, su cuota para que la catedral vuelva a erigirse en todo su esplendor. “Que cada uno participe, con un euro, con diez… lo que esté a la altura de sus medios, cada ciudadano debería participar”, dijo en declaraciones a la cadena BFMTV.
Sus palabras coincidieron con el anuncio de que la Fundación del Patrimonio, una organización privada que trabaja por la salvaguarda del patrimonio francés y que colabora en varios proyectos con el periodista, un amigo íntimo de Macron, lanzará este martes una colecta nacional para la reconstrucción de la catedral. En Twitter, la fundación también hizo una llamada a donaciones internacionales, que aseguró serán dedicadas “íntegramente a la restauración” del templo gótico parisino.
Ayuda internacional
La ayuda exterior tampoco se ha hecho esperar. Varias organizaciones estadounidenses ya han comenzado a recaudar fondos para la restauración de Notre Dame. French Heritage Society, con sede en Nueva York, inició el proceso de recolecta incluso antes de que las llamas fuesen extinguidas por los bomberos franceses. La organización, que fue fundada en 1982, entregó dos donaciones el año pasado por más de 430.000 dólares para proyectos de restauración de la Biblioteca Nacional de Francia. Además, la compañía tecnológica Apple ha anunciado, a través de su CEO Tim Cook, una aportación económica a la que sin embargo no ha puesto cifra.
La plataforma de microfinanciación GoFundMe también ha sido de las primeras en poner en marcha un mecanismo de recaudación. En su portal, se abrieron más de 50 campañas relacionadas a la catedral en todo el mundo, tal y como ha informado el portavoz de la empresa, John Coventry. "En las próximas horas trabajaremos con las autoridades para encontrar la mejor manera de asegurarnos de que los fondos lleguen al lugar donde harán el mayor bien", ha aseverado Coventry.
Organización de las donaciones
Mientras, la Unesco ha puesto a disposición de París toda su experiencia en materia de reconstrucción. Una experiencia que, como recordó su directora general, Audrey Azoulay, exministra francesa de Cultura, no es poca en materia de recuperación de monumentos que, como Notre Dame, son patrimonio mundial de esta organización que tiene su sede en París. “La Unesco está al lado de Francia para la salvaguardia y rehabilitación de este patrimonio inestimable. Ya estamos en contacto con expertos y estamos dispuestos al envío de una misión de urgencia para estimar los daños, preservar lo que pueda ser preservado y analizar las medidas a corto y largo plazo”, dijo Azoulay, que también ha visitado la catedral.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha propuesto una “gran conferencia internacional” a celebrarse en las próximas semanas con “mecenas del mundo entero” para canalizar y organizar todas las ayudas necesarias para la restauración de Notre Dame.
El incendio, que comenzó en torno a las 18.50 hora local, aparentemente de forma accidental, pudo originarse en el techo de la catedral, tal y como han explicado los bomberos. La aguja de la catedral se derrumbó casi una hora después, a la vez que dos tercios del techo han quedado dañados. "El fuego ha sido extinguido, pero seguiremos supervisando las llamas residuales y enfriando algunas partes que siguen muy calientes", ha explicado al diario local Le Figaro el portavoz de los bomberos de París Gabriel Plus. Notre Dame es Patrimonio Mundial de la Unesco y uno de los monumentos más visitados del mundo.
El presidente de la Eurocámara pide a los diputados que donen su sueldo de un día
El incendio de Notre Dame ha coincidido con la celebración del último pleno del Parlamento Europeo antes de las elecciones. En ese contexto, la noticia ha copado buena parte de las intervenciones de los eurodiputados, que han mostrado su pesar en pleno debate sobre el Brexit en Estrasburgo. Más allá de las lamentaciones, también ha habido una llamada a la acción. El presidente de la institución, Antonio Tajani, ha propuesto a los parlamentarios que donen su sueldo de hoy para contribuir a la reconstrucción de la catedral, y se ha colocado una caja a la salida del hemiciclo para que cada uno aporte lo que considere. El gesto está lejos de reunir una suma millonaria, pero busca lanzar a Francia el mensaje de que no está sola ante la tragedia. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, también presente en la sala, ha recogido ese espíritu, y ha llamado a la UE a respaldar a Francia en las tareas de reconstrucción.
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