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Una chapa cubre el derrumbe de un castillo medieval de Jerez

La Junta de Andalucía asegura que no ha autorizado ese recubrimiento provisional, mientras que el Ayuntamiento defiende que sí recibió su visto bueno

El castillo, con la chapa metálica. Foto: Agustín García Lázaro. Vídeo: ATLASFoto: atlas
Jesús A. Cañas

No está muy claro si el Castillo de Melgarejo se levantó en el siglo XIII o XIV. Si es cierta aquella leyenda que dice que los musulmanes pasaron a cuchillo a los cristianos que lo conquistaron en la primera noche. O la que reza que su primer morador tras la reconquista consiguió colarse en él tras disfrazarse de su enemigo. Y siete siglos después, esta edificación medieval de Jerez de la Frontera despierta una nueva disyuntiva: ¿Es una chapa de hierro la forma más adecuada para cubrir provisionalmente el derrumbe parcial que asola la esquina oeste del monumento?

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El castillo medieval de Melgarejo en Jerez de la Frontera sufre un derrumbe

La Delegación Provincial de Cultura de la Junta asegura que la actuación ni siquiera ha sido comunicada a la institución. Mientras, el Ayuntamiento de la ciudad defiende que la institución autonómica sí la autorizó y desde el entorno del propietario privado añaden que el recubrimiento metálico es temporal mientras que se consolida la estructura. La disparidad de criterios es solo el enésimo capítulo de un sainete que comenzó el pasado mes de agosto de 2018, con el colapso de una esquina del muro perimetral —declarado Bien de Interés Cultural en 1985— y provocó la apertura de una investigación de la Junta y el Consistorio.

Tras siete meses de aquel suceso, los vecinos de la barriada rural de Torremelgarejo —de 300 habitantes y construida en el entorno del castillo— hace escasos días se percataron de la instalación de la estructura metálica. “Ví que pusieron unas cimbras y puntales a las bóvedas que quedaron al aire. Luego han puesto unas chapas que parecen para proteger”, explica Agustín García Lázaro, gestor del portal web En torno a Jerez, dedicado al patrimonio rural de la localidad y en el que denunció el derrumbe del pasado verano.

El castillo, tras el derrumbe y antes de la introducción de la chapa.
El castillo, tras el derrumbe y antes de la introducción de la chapa.

Lo cierto es que las placas metálicas no pasan desapercibidas. Cubren los muros y el tejado afectados por el colapso y son perceptibles —y brillantes— desde la cercana autovía que va de Jerez a Arcos de la Frontera. “La protección queda chusca, pero ¿qué van a poner? Da la impresión de que la propiedad ha tomado cartas en el asunto. Soy bien pensado en esta ocasión”, reconoce el experto jerezano.

Pero en la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía no tienen tan claro ese buen hacer y aseguran que la actuación de recubrimiento con chapa “no ha sido sometida a consulta ni comunicación” con la institución. La Junta añade que el 13 de diciembre autorizó una intervención distinta a la acometida. El informe presentado por la propiedad contemplaba “la protección superior de pretiles y la protección de la cubierta para evitar la entrada de agua, el relleno con mortero de las madrigueras de roedores, la reparación de canalones y limpieza de gárgolas y la reparación de la cubierta”, explican desde Cultura.

Ante esa petición, la Delegación —a quien corresponde autorizar intervenciones en un BIC— informó favorablemente sobre la intervención de emergencia, aunque la consideró insuficiente. “No se realiza ninguna propuesta encaminada al tratamiento de la esquina desplomada (…). Deben proponerse medidas de apeos en la zona afectada”. Por eso consideran que la propiedad no ha presentado “ninguna propuesta, informe, ni acreditación de las obras a realizar, aunque sean de carácter provisional”. Por ello, desde Cultura han decidido iniciar una investigación y realizar un nuevo informe que determine la idoneidad de la intervención.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Jerez da otra versión y asegura que le consta que el dueño del castillo sí cuenta con el permiso de la Junta. El teniente de alcaldesa de Urbanismo, Francisco Camas, aclara que la actuación es de carácter reversible y que se puso en conocimiento del Consistorio que “a su vez ha iniciado el correspondiente informe de finca en mal estado”.

Incluso desde la institución dicen tener detalle de las intervenciones realizadas: “El cerramiento de huecos, la instalación de una cubierta provisional de acero galvanizado para evitar filtraciones, y el apuntalamiento de zonas de bóveda”. Fuentes cercanas a la familia, que prefiere mantenerse en el anonimato, aclaran que el recubrimiento de chapa es una protección del exterior mientras que se realizan los trabajos interiores necesarios para la consolidación del monumento.

La disparidad de opiniones ante la vistosa chapa es el último capítulo de la dilatada historia de la fortaleza con más de 700 años. Melgarejo fue construida en un cerro la Baja Edad Media, entre los siglos XIII y XV. El promontorio se encuentra justo en una encrucijada de los caminos del río Guadalete y las campiñas sevillanas y de Jerez a la Sierra de Cádiz, lo que permitía el control del territorio. Del conjunto que hoy se conserva, destaca la torre cuadrada con un cuerpo superior octogonal y la puerta ojival de entrada al conjunto.

El actual perímetro pintado de blanco —entre el que se encuentra la esquina siniestrada— era anteriormente un muro de tapial y coronado de unas almenas similares a las de la torre. La declaración de BIC de 1985 vino también por su relevancia arqueológica. En sucesivos hallazgos desde los años cincuenta hasta finales de los ochenta se localizó una cámara funeraria, restos óseos y de cerámicas, datados en la Edad del Cobre y del Bronce. El tiempo dirá cómo acaba tan amplia historia, por ahora, recubierta con una chapa de hierro.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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