Morder a Donald Trump
La película puede servir como ilustración de un síntoma de nuestro tiempo: la obsesión por introducir alicientes adultos en un discurso dirigido al público infantil
Los nombres del director Ben Stassen y de la productora belga nWavePictures no tienen la popularidad, ni la resonancia, de los de John Lasseter y Pixar, pero dentro de las ligas menores de la animación digital, la evolución de su trayectoria, desde sus primeras producciones en 3D destinadas a las salas IMAX hasta trabajos más recientes como La casa mágica (2013) y Robinson, una aventura tropical (2016), no deja de proporcionar ocasionales alicientes al cinéfilo completista.
CORGY: LAS MASCOTAS DE LA REINA
Dirección: Ben Stassen.
Animación.
Género: comedia. Bélgica, 2019
Duración: 92 minutos.
Corgi: las mascotas de la reina, si bien mantiene el nivel de los títulos precedentes en cuestión de texturas, no es el trabajo más notable de Strassen, aunque su punto de partida resulta llamativo: el perro favorito de la reina de Inglaterra provoca una crisis diplomática al morderle accidentalmente los testículos a Donald Trump, circunstancia que le obligará a huir para dar con sus huesos en una sórdida perrera. La película se abre con un prólogo sin palabras donde los mejorables diseños de personajes se ven compensados por un fluido encadenado de eficaces soluciones narrativas.
La película puede servir como ilustración de un curioso síntoma de nuestro tiempo: la obsesión por introducir, a menudo con calzador, alicientes adultos en un discurso prioritariamente dirigido al público infantil. Si bien la animación de Donald Trump es lo más espectacular del conjunto, es inevitable preguntarse si las referencias a El club de la lucha (1999) y un gag sobre el consumo de cocaína no delatan que a alguien se le ha ido un poco la mano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.