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Santiago Sierra: “Mis detractores han sido siempre mis mayores promotores, les mando un abrazo”

El artista habla, junto a Eugenio Merino, del ninot de Felipe VI que ha protagonizado la polémica de Arco 2019

El ninot de Felipe VI, en el taller de Manolo Martín en Valencia.
El ninot de Felipe VI, en el taller de Manolo Martín en Valencia. SANTIAGO SIERRA

La pieza del ninot de Felipe VI que Santiago Sierra y Eugenio Merino levantaron en Arco por encima de los estands de la feria todavía no ha encontrado comprador. Sus creadores, Santiago Sierra y Eugenio Merino, hablan en esta entrevista sobre la pieza y aclaran que su intención no es quebrantar la ley, porque su obra podría ser quemada —el contrato de venta dice que el comprador debe hacerlo después de pagar 200.000 euros— en otro país, "por ejemplo, en Francia". La charla se produjo por correo electrónico y lo que sigue es una versión editada de ese intercambio.

Pregunta. ¿Por qué decidieron hacer la pieza así?

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Eugenio Merino. Es una colaboración natural. En el año 2012 me denunció la Fundación Franco, con la connivencia de Ifema [el recinto ferial de Madrid] y la plataforma de artistas antifascistas, en la que estaba Santiago Sierra, me apoyó a través de un manifiesto público y unas jornadas contra Franco en Vallecas. Desde ese momento. Santiago y yo hemos estado planteándonos esta colaboración.

P. ¿Por qué era importante que el montaje no fuera en sus galerías habituales, Helga de Alvear y en ADN?

Santiago Sierra. Trabajo con la galería Prometeo, de Ida Pisani [la que expuso la obra] desde hace 20 años. Para mí es una galería habitual y Eugenio expone ahí porque esta pieza la hicimos conjuntamente. Nada extraño.

P. ¿Cómo ha podido Prometeo superar el filtro de la feria?

S. S. No tienes que mostrar la obra a nadie antes de montar, así que todo fue sin problemas. El pensamiento contrario a la monarquía es inherente a la existencia de esta institución. En Francia no ocurren estas cosas porque no hay rey, es una república. El rey es un símbolo del nepotismo institucionalizado. Es un símbolo antimeritocrático. El mensaje que se envía a la sociedad es que da igual cuánto te esfuerces, lo que importa es la familia en que naciste, el grupo de compadres. A lo mínimo a lo que todos deberíamos aspirar es a una república de iguales, sin megaindividuos de cuatro metros y medio, sin altezas.

P. La pieza ha sido expuesta en Arco, ¿quiere decir esto que en España no existe ningún problema con la libertad de expresión?

S. S. No nos han censurado, pero se ha trabajado sin descanso para evitar su venta.

E. M. Nuestra pieza en Arco confirma que hasta la izquierda en España es monárquica.

P. La pieza se ha creado en un taller de un fallero valenciano. ¿Era importante este aspecto?

E. M. Santiago y yo teníamos claro que, si la pieza tenía que arder, el único taller capaz de entender ese proceso era un taller fallero. Un taller [el del maestro Manolo Martín] que ya ha trabajado en otras ocasiones con Santiago y con otros artistas como Daniel García Andújar.

S. S. Además de Manolo, otros 19 especialistas en diversas áreas han participado en esta obra. Desde la impresión 3D, la cera, la inserción de cabello humano, ojos, sastre, etcétera. El taller de Eugenio remató el color. Es una obra coral con una factura impecable, se llama El Ninot, pero transciende el género.

P. ¿A qué atribuyen la reacción negativa de algunos coleccionistas en Arco a la pieza?

S. S. La gente furiosa se hace notar más que los demás. Hay coleccionistas con un extremado buen gusto que hablan de otro modo, no lo dude. No todo es gente furiosa. No obstante, mis detractores han sido siempre mis mayores promotores y les mando un abrazo.

P. ¿Está el coleccionismo español escorado a la derecha?

E. M. España está escorada a la derecha.

S. S. Si fuera así, le recuerdo que el mundo es enorme. Hay más obra mía fuera que dentro de España.

P. ¿Por qué creen que su pieza ha sido una nota tan disonante en la feria?

E. M. Arco es eminentemente una feria decorativa. Cualquier cosa que no siga este patrón suele llamar la atención.

S. S. Todo lo que no aplauda las “virtudes” del poder es polémico. Que el mundo del arte madrileño se sume cada año al besamanos real no escandaliza a nadie. A mí me da vergüenza ajena.

P. Si su pieza es tan descaradamente “antimercado”, ¿por qué tratar de venderla en Arco?

S. S. No sé de dónde saca usted que es “antimercado” y que no queremos venderla, eso es absurdo.

E. M. Lo que se vende es el placer de quemar la pieza, un momento único e histórico que le ofrecemos al coleccionista para su propio disfrute. Esto es mercado también.

P. ¿Han vendido ya la pieza? ¿A qué tipo de coleccionista creen que puede interesar? Si no se vende, ¿será un fracaso o el objetivo de la pieza ya está cumplido?

E. M. Hay varios coleccionistas interesados y el contrato está actualmente siendo revisado [los artistas no quieren especificar en qué términos lo está siendo]. Es una pieza compleja y comprarla requiere unos pasos poco comunes.

S. S. Arderá igualmente.

P. Ha habido mujeres artistas que les han acusado de “machistas”...

S. S. No existe mayor símbolo del poder heteropatriarcal que un monarca y va a ser quemado. Por el contrario, a estas declaraciones esta obra podría muy bien ser quemada por feministas. Sería un honor.

E. M. Arco entero es una feria machista, puesto que el porcentaje de mujeres en la feria es muy bajo. Eso es algo que habría que preguntarle a las galerías que participan y al director de la feria, que no hacen caso de la reivindicación de más mujeres en la feria.

SS. No es el caso de Prometeo de Ida, ella estuvo bastante paritaria en su selección de artistas.

P. ¿Puede ser considerada la pieza ofensa al rey?

S. S. La Constitución española ampara nuestro derecho de creación y libre expresión artística, así como ampara la libertad de expresión en general. Por otra parte, al ser habitual las quemas de ninot donde no es de extrañar la presencia anual de miembros de la casa real, podemos enmarcar nuestra actuación como dentro de los usos y costumbres, además de en la fuerte tradición satírica del pueblo español. No tenemos pensado quebrantar la ley, la quema del ninot se hará cumpliendo la ley, por ejemplo en Francia.

E. M. Nuestra abogada ha sido la misma que me llevó el caso de la denuncia de la Fundación Franco y que ganamos en 2015. No es una pieza ofensiva ni pretende serlo. Depende de la sensibilidad del espectador.

P. Pero hay una diferencia entre un ninot, que es pura caricatura y exageración, y una escultura hiperrealista como esta. ¿Por qué es ninot y no escultura?

E. M. Es ninot porque está pensado para arder. De hecho, en su construcción solo se ha tenido en cuenta su proceso de quemado. Todos los materiales se han escogido por este motivo y aunque se haya realizado con la máxima calidad todo desaparecerá cuando se cumpla el contrato.

S. S. El ninot es una escultura hiperrealista hecha con tanta precisión que da pena quemarla y esa tensión es estimulante. Siempre me ha interesado la falla como concepto, de hecho, no es mi primera falla: quemé el futuro en el Cabanyal. Significa quemar lo caduco para que surja lo nuevo y ese no es un deseo de odio, sino de regeneración. La obra que hemos presentado en Arco es bellísima, precisamente, porque va a arder.

P. ¿Es comparable quemar una foto del rey (castigado por el Código Penal) con la quema de una figura de más de cuatro metros de altura?

S. S. Si lo quemas en Francia, no hay ningún problema.

E. M. [El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de] Estrasburgo dice que quemar fotos del rey es libertad de expresión.

P. ¿Donarán el dinero recaudado por la venta de la obra?

E. M. Sí, se lo donaremos al director de Arco para que no vuelva a decir que no hay que comprar la obra.

S. S. Si quiere saber en qué gasto mi dinero puede consultar mi página web donde viene explicado, mes a mes, los últimos 30 años. No somos ONG, somos estudios y talleres de arte contemporáneo, con empleados y cargas fiscales. No es habitual hacer estas preguntas a otros artistas.

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