Mujeres
Una película marroquí, otra libanesa, una británica y otra estadounidense, cuatro directoras con sendas llamadas de atención
La única revolución victoriosa del siglo XX fue la revolución de la mujer, me aseguraba Fernando Rey a la salida de un cabaré parisino. Esos días estaba rodando con Buñuel El discreto encanto de la burguesía, y al director, de quien se decía que era misógino, se le veía divertido y feliz con la actriz Bulle Ogier, para quien inventaba novedades en cada plano enriqueciendo su breve personaje, al parecer lo contrario de lo que hacía con Catherine Deneuve en las dos películas que hicieron juntos, aunque Buñuel también intuyera que era el momento de las mujeres. El siglo XX aún no ha terminado del todo y la lucha femenina continúa hoy en día, lo que se refleja en películas y documentales.
La semana pasada, sin ir más lejos, se estrenaron dos películas dirigidas por mujeres, esta una y la semana próxima será el turno de Una cuestión de género, la hagiografía de Ruth Bader Ginsburg, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos desde 1993, militante en pro de los derechos de la mujer; es un largometraje de Mimi Leder, hasta ahora brillante directora de series televisivas. El estreno de esta semana, Cafarnaún, premio del jurado en el mismo festival y candidata a los próximos Oscar, quizás sea demasiado pretenciosa en su esteticismo pero relata con dureza la vida de muchos niños pobres en Líbano. Esta tercera película de su directora, Nadine Labaki, fue y es discutida –“es pornografía emocional”, se ha dicho de ella– pero tiene momentos emotivos gracias especialmente a la presencia del protagonista, un chaval de la calle de doce años. De los estrenos de la semana pasada, destaca la película marroquí Sofia, ópera prima de Meryem Benm’Barek, mejor guion en la sección Una cierta Mirada del último festival de Cannes, que denuncia las leyes que castigan en su país a cuantos fornican fuera del matrimonio con penas de cárcel. Y finalmente, la británica María, reina de Escocia, la lucha entre dos mujeres del siglo XVI por regentar el trono, primera película de la directora teatral Josie Rouke, que subrepticiamente lanza un mensaje feminista a nuestro presente, y que trae a la memoria aquella María Estuardo, de John Ford con Katharine Hepburn, que padeció las trabas de la censura que había en 1936.
Una película marroquí, otra libanesa, una británica y otra estadounidense… cuatro directoras con sendas llamadas de atención.
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