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Emilio Lara gana el Edhasa de narrativa histórica con una novela centrada en la cruzada de los niños

‘Tiempos de esperanza’ transcurre en 1212 e incluye acontecimientos como la batalla de las Navas de Tolosa

Emilio Lara, ganador del II Premio Edhasa de Narrativas Históricas con 'Tiempos de esperanza'.
Emilio Lara, ganador del II Premio Edhasa de Narrativas Históricas con 'Tiempos de esperanza'. Andreu Dalmau (EFE)

El escritor e historiador Emilio Lara (Jaén, 1968), bien conocido por sus novelas La cofradía de la armada invencible y El relojero de la puerta del Sol, ha resultado ganador del II Premio Narrativas Históricas que concede la editorial Edhasa, y que está dotado con 10.000 euros. La novela galardonada, presentada bajo el título La aventura de Jerusalén pero que se publicará como Tiempos de esperanza, se centra en la cruzada de los niños, el extraño episodio histórico que llevó en 1212 a miles de chiquillos europeos inflamados de fe religiosa a intentar llegar a Tierra Santa. En el argumento confluyen otras tramas y temas contemporáneos de la cruzada infantil, como el cénit del imperio almohade, la persecución de los judíos y la batalla de las Navas de Tolosa, que componen un amplio fresco de la época.

El jurado ha premiado la obra, presentada bajo el jamesbondiano y más bien poco medieval seudónimo de Vesper Lynd (el personaje femenino y gran amor de 007 de Casino Royale), “por ser una novela coral con una estructura admirablemente resuelta; por el interés de la trama, que nunca decae, poniendo la documentación al servicio de la historia para narrar la cruzada de los niños en época medieval ; porque consigue desarrollar varias intrigas paralelas, con personajes siempre vivos y bien trazados y en distintos escenarios”, y, en fin, “porque toda la novela trasciende una fuerte dosis de humanidad”. Este año se han presentado 386 novelas al premio.

La novela ganadora arranca con la insólita llegada de un pastorcillo, Esteban de Cloyes, ante el rey Felipe de Francia asegurando que porta para él una carta del mismísimo Jesucristo. Paralelamente, el califa almohade al-Nasir prepara en Sevilla un poderoso ejército musulmán para marchar sobre Roma tras jurar sobre el Corán que convertirá en un pesebre para sus caballos la basílica de san Pedro. Y tiene lugar diversos pogromos de judíos. Los personajes principales de la novela son tres niños de la cruzada, uno hijo de un noble castellano; dos mujeres judías que huyen del odio antisemita y Francesco, un sacerdote de la curia romana que vivirá una relación a lo El pájaro espino para entendernos.

El escritor premiado ha recalcado que su novela es una narración sobre la confrontación de fanatismos, “que hoy diríamos populismos”, pero también sobre los buenos sentimientos de la humanidad, “el amor, la esperanza y la amistad”

Lara ha explicado este mediodía en la rueda de prensa de entrega del premio en Barcelona que la noticia de que había ganado le llegó mientras daba una clase sobre la I Guerra Mundial. Ha afirmado que la historia de la cruzada de los niños la conoció hace mucho tiempo durante su etapa de estudiante universitario. Es un episodio, ha dicho, en el que se entremezclan historia y muchos elementos legendarios pero que está bien acreditado en fuentes de la época como los Anales de Waverley, los Anales de Marbach y el Anónimo de Laon. Ha recordado que Runciman toca el tema en su Historia de las cruzadas, que hay un ensayo de Franco Cardini sobre el asunto y ha recomendado el de Gary Dickinson The children’s crusade (2008) como el más exhaustivo. En literatura, ha destacado el maravilloso librito La cruzada de los niños de Marcel Schwob, que es por el que mucha gente ha llegado a conocer el tema. También ha recordado que Bertolt Brecht se inspiro en la cruzada infantil para un poema ambientado en la Polonia de la Segunda Guerra Mundial con niños judíos como protagonistas.

El escritor premiado ha recalcado que su novela es una narración sobre la confrontación de fanatismos, “que hoy diríamos populismos”, pero también sobre los buenos sentimientos de la humanidad, “el amor, la esperanza y la amistad”, y ha citado su frase favorita de Mary Beard para explicar su trabajo: “La historia sirve para dialogar con el pasado”.

Emilio Lara ha destacado el papel de las mujeres en su novela, “muy fuertes y resilentes”, que responde al que tuvieron en esa época “protorrenacentista” y luego perdieron. Ha apuntado que dos de sus autores de referencia en el género de la novela histórica son Robert Graves y Arturo Pérez-Reverte, y de este último se ha preguntado “cuánto tiempo van a tardar en darle el Princesa de Asturias o el Cervantes”. En cambio, ha dicho que no soporta a Peter Berling, cuya propia novela sobre la cruzada de los niños, ha lamentado, se le cayó de las manos.

El autor premiado ha subrayado que la novela histórica no es ningún subgénero y ha defendido entenderla con un concepto muy amplio como una historia que sucede en el pasado. Ha dicho que para él la carpintería de una novela es esencial y que la de las suyas se basa en parte en el cine clásico, “como en las películas de John Ford, integrando paisajes en la narración y componiendo buenos secundarios”, mostrando a la vez "los grises del alma humana y nunca pintando en blanco y negro".

De las habituales críticas a los novelistas del género por parte de los historiadores profesionales, lara (historiador él mismo con más de 30 publicaciones académicas) ha considerado que detrás de esa actitud lo que a veces hay es “envídia” por la libertad que tienen y la fama que adquieren los autores de novela histórica.

El jurado del premio estaba formado por Daniel Fernández, Carlos García Gual, Maria Pau Domínguez, Sergio Vila-Sanjuán y Jacinto Antón.

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