Las mujeres, protagonistas de la fiesta del teatro sudamericano en Chile
El Festival Internacional Santiago a Mil congrega desde hoy en Chile a las grandes compañías de la región y del mundo con una marcada presencia femenina
La versión 26º del Festival Internacional Santiago a Mil, una de las principales fiestas de artes escénicas latinoamericanas, ha arrancado este miércoles en Chile con una premisa fundamental: es el tiempo de las mujeres. Unos noventa espectáculos de teatro, danza, música, performances y artes visuales se presentarán hasta el 20 de enero en la capital y en ciudades del norte y del sur del país en salas tradicionales y en las calles, en barrios ricos y humildes, con las grandes creadoras como protagonistas. Desde que en 1994 se celebró la primera versión de este festival, que congrega año a año a unos 300.000 espectadores, nunca como ahora hubo tantas mujeres invitadas, tanto chilenas como extranjeras.
En el año de las reivindicaciones del movimiento feminista en el mundo, que en Chile explotó en mayo en las universidades, el festival ha optado por visibilizar el trabajo de las artistas y destacar sus miradas peculiares sobre asuntos diversos. “El teatro reflexiona sobre todos los grandes temas y, en esta edición del festival, quisimos escuchar lo que las creadoras de las artes están observando sobre los asuntos fundamentales de la humanidad. ¿Cuál es la óptica femenina sobre la intolerancia o la inmigración?”, explica Carmen Romero, directora ejecutiva y de programación del Festival Internacional Santiago a Mil, mujer fuerte de este evento que está estrechamente ligado al inicio del verano y la temporada de vacaciones en el país sudamericano.
Una de las estrellas del festival es Sophie Calle, artista, escritora, fotógrafa y directora francesa, personaje fundamental del arte contemporáneo. La artista llega a Santiago de Chile con una de sus obras de mayor simbolismo: Cuídese mucho (Prenez soin de vous), donde explora nuevamente la relación entre el arte y la vida íntima. Representante de Francia en la Bienal de Venecia en 2007, la muestra ha dado la vuelta al mundo y, en Chile, su inauguración en el Museo de Arte Contemporáneo marcó el inicio de Santiago a Mil.
Todo comenzó con un correo electrónico de ruptura de un novio y una de sus últimas frases: “Cuídese mucho”. Calle se tomó en serio la petición de su expareja y pidió a 107 mujeres que interpretaran la carta desde una perspectiva profesional. Las convocadas –una criminóloga, una jueza, una psicoanalista, una vidente, sexólogas, bailarinas, escritoras, actrices como Victoria Abril, cantantes como Christina Rosenvinge– formaron en conjunto una muestra polifónica. “Una suerte de coro de voces femeninas que hicieron de su dolor algo propio”, señala el catálogo de la muestra. Para la artista francesa, “participar de un festival de teatro es pisar un nuevo terreno”, según explicó este miércoles en una rueda de prensa.
Desde Alemania y Argentina llegan dos reconocidos colectivos teatrales femeninos: She she pop y Piel de lava. Las alemanas presentarán dos de sus obras, aplaudidas y transgresoras: Schubladen (Cajones) –una performance en tiempo real donde reflexionan las huellas de Alemania Occidental y la RDA en la vida de sus habitantes– y Oratorium, donde el elenco y el público se ponen en el mismo nivel para revisar en conjunto los límites de la propiedad privada. Las argentinas de Piel de lava, en tanto, regresan a las tablas chilenas con Petróleo, una comedia en la que cuatro actrices reflexionan sobre las ficciones entre los géneros, el cuerpo en el trabajo y las exigencias de los hombres vistas desde lo femenino.
En la fiesta del teatro sudamericano se podrá ver el trabajo de directoras fundamentales, como el de la alemana Verena Regensburger y su obra Luegen (Mentiras). La escena latinoamericana, sin embargo, tiene siempre un espacio central en el festival. La directora peruana Chela de Ferrari presentará Mucho ruido por nada, una versión de la obra de Shakespeare en donde los papeles de las mujeres son interpretados por hombres, pero sin caracterizaciones especiales ni maquillajes. Lo de Ferrari es una defensa del amor, pero al margen de los géneros y de los estereotipos sexuales. Un montaje festivo en el que el público se integra en el escenario y donde los actores forman una banda de músicos que interpretan canciones de los Beatles, pero con ritmos salseros.
En Swan Lake (El lago de los cisnes), la joven coreógrafa y bailarina sudafricana Dada Masilo trastoca la historia original con un príncipe Sigfrido que muere de amor por un hombre. La canción tampoco se queda fuera del festival y la reina de la música haitiana, Emeline Michel, ofrecerá un concierto en Quilicura, uno de los municipios de Santiago de Chile donde se concentran sus compatriotas inmigrantes. La escena chilena tendrá representantes de la talla de la directora chilena Manuela Infante, que pone en escena Idomeneo, del alemán Roland Schimmelpfenning, a través de un montaje a medio camino entre un relato teatral y un concierto electrónico.
La 26º versión del festival tiene un lema provocador: Santiago rebelde a mil, porque en Chile decir a mil significa ir al máximo, con todo, hasta el final. Junto con proclamar que es el tiempo de las mujeres, otras de las temáticas que cruzarán el evento son la inmigración y la diversidad sexual.
Habrá grandes nombres en escena: el escritor italiano Alessandro Baricco presentará Mantova lectures –Alejandro Magno, sobre la narración, su sesión de storytelling donde reflexiona sobre el milenario arte de contar. El reconocido director y actor estadounidense Tim Robbins presentará The New Colossus, una pieza inspirada en la crisis humanitaria de Siria. La compañía catalana Antigua i Barbuda, en tanto, llevará a los espacios públicos de una docena de municipios chilenos su espectáculo La bailarina: buscan festejar en las calles la grandeza de la mujer a través de una muñeca acróbata de cinco metros que transita por las calles. Es uno de los tantos espectáculos gratuitos que ofrece Santiago a Mil.
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