Un poeta medieval en la pista de baile
La promoción de la lectura tiene mil caminos: un disco de Rosalía, una canción de Hidrogenesse
El lunes pasado un chaval de 15 años se acercó a la librería La Central, en Madrid, y pidió un ejemplar de El Roman de Flamenca. No lo tenían, pero en cuatro días, le dijeron, podían conseguirle la traducción al catalán que Anton M. Espadaler publicó con la Universidad de Barcelona. Algo más tardaría la versión castellana de Jaime Covarsí editada por la de Murcia. Gallica, la rama digital de la Biblioteca Nacional de Francia, ofrece en abierto su propia edición, aunque esto no se lo dijeron.
¿De dónde saca un muchacho de 4º de la ESO tanto interés por una novela anónima escrita en octosílabos y en lengua occitana en el siglo XIII? Respuesta: De El mal querer, el disco de Rosalía. En varias de las mil entrevistas que ha dado en el último mes, la cantante catalana ha contado que le rondaba la idea de montar algo en torno a un “amor malo” cuando se encontró con Pedro G. Romero, artista plástico, creador de un archivo de iconoclasia, director artístico de muchos proyectos de Israel Galván, Niño de Elche y Rocío Márquez y autor del libro El ojo partido. Flamenco, cultura de masas y vanguardias (Athenaica). Fue él quien le habló de una novela medieval en verso protagonizada por una mujer a la que su celoso marido mantiene encerrada en una torre. A Rosalía le “explotó la cabeza” y el resto es un hit.
Los caminos de la promoción de la lectura son inescrutables. No sabemos si el fan de 15 años se atreverá finalmente con la novela de Flamenca —en Lengua de 3º se le hizo bola el Abencerraje—, pero ya ha decidido que su canción favorita de Rosalía no está en El mal querer sino en Los ángeles, su primer disco: ‘Aunque es de noche'. Enterarse de que la versión original es de Enrique Morente —“no me suena”— sobre un poema de San Juan de la Cruz —“me suena”— le deja más bien frío. “Hasta que el pueblo las canta, / las coplas, coplas no son, / y cuando las canta el pueblo, / ya nadie sabe el autor”, dicen unos famosos versos de Manuel Machado.
La erudición de Rosalía no está lejos de la audacia del dúo Hidrogenesse, que en Gimnàstica Passiva, un disco de 2002, utilizó dos estrofas del endiablado Polifemo de Góngora como letra de una canción de tecnopop trepidante titulada con el nombre del poeta cordobés, rey del hipérbaton. La canción, además, empezaba desde la octava número 52, que culmina, según Dámaso Alonso, “el pasaje más sensual de toda la poesía clásica”. Meses antes de que Genís Segarra y Carlos Ballesteros —que trabajan en un nuevo álbum— lanzaran su rompepistas barroco, José María Micó, celebrado estos días por su versión de la Comedia de Dante, publicó El ‘Polifemo’ de Luis de Góngora (Península), un ensayo en el que interpreta verso a verso el poema. Micó demuestra en la página 108 lo que anuncia en la 8: que es un autor “perfectamente inteligible y que hay pocos caminos tan placenteros como el que conduce a su plena comprensión”. Ahora sabemos que además es bailable.
Babelia
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