Diez exposiciones para visitar en España antes de que cierren con el inicio del año
Del diálogo inédito entre Miró y Matisse a la precursora secreta de la abstracción, pasando por la reconstrucción del taller de Rubens, una selección de las muestras que se despedirán en los dos primeros meses de 2025
Con el cambio de año llegan también nuevas exposiciones de arte en España. Pero antes de pasar página, los primeros meses de 2025 ofrecen la oportunidad de despedirse de algunas de las muestras más relevantes de 2024. Esta es una selección de exposiciones inauguradas el año pasado que cerrarán sus puertas entre enero y febrero.
Sol Calero. Buscando guanábanas ando yo, Museo CA2M
Después de su paso por la Bienal de Venecia y Art Basel, la artista venezolana Sol Calero (Caracas, 43 años) —que reside en Europa desde hace 17 años— se instala en Madrid para parodiar la imagen occidental respecto a lo latino y lo caribeño. Lo hace a través de murales, esculturas y pinturas que remiten a la estética tropical, y que buscan recrear la experiencia del migrante, cuestionando los estereotipos culturales de Latinoamérica en Europa. La muestra comisariada por Tania Pardo, elegida como una de las 10 mejores del año pasado por los expertos de Babelia, es la primera individual dedicada a la artista en una institución madrileña, y reune algunas de las principales características de su trabajo que ha triunfado en el mundo. Hasta este domingo 5 de enero.
31 mujeres. Una exposición de Peggy Guggenheim, Fundación Mapfre
Peggy Guggenheim (1898-1979) tuvo una de las colecciones de arte moderno más importantes del mundo. En su galería The Art of This Century, abierta en Nueva York, en 1942, expusieron algunos de los artistas más relevantes de la época, como Georges Braque, Victor Brauner, Pablo Picasso, Salvador Dalí o Max Ernst. En esas mismas paredes, la célebre marchante de arte inauguró, en 1943, la exposición Exhibition by 31 women (Exposición por 31 mujeres), una de las primeras muestras en Estados Unidos que exhibía, exclusivamente, obras de artistas femeninas —principalmente ligadas al surrealismo y la abstracción—. Ahí estuvieron pintoras como Frida Kahlo, Leonora Carrington o Dorothea Tanning. La Fundación Mapfre, en su sede madrileña, presenta una selección y reinterpretación de aquella iniciativa, incluyendo a todas las protagonistas de entonces, en una muestra comisariada por Patricia Mayayo. Hasta este domingo 5 de enero.
Saul Steinberg, artista, Fundación Juan March
Saul Steinberg (1914-1999) fue conocido, principalmente, por las ilustraciones y viñetas —más de 87 portadas y 300 dibujos— que durante más de medio siglo ocuparon las páginas de la revista The New Yorker. Pero además de su trabajo en el papel, también hizo collages, pinturas, grabados, murales y fotografías. Su enorme producción artística puede verse, con más de 400 piezas, en esta exposición en la sede madrileña de la fundación, comisariada por Alicia Chillida. Una muestra que pretende, a través de un recorrido lineal de su vida y obra, mostrar al ilustrador con la categoría que quizás su estrecha relación con el papel impreso ha diluido: la de artista. Hasta el 12 de enero.
Henri Cartier-Bresson. Watch!, watch!, watch!, centro de fotografía KBr
Henri Cartier-Bresson (1908-2004) empezó a fotografriar, con una pequeña cámara Leica de 35 mm, en 1931. Desde entonces fue testigo de algunos de los eventos más relevantes del siglo XX. Por su lente pasaron guerras, revoluciones, artistas, intelectuales y gente de la calle. Imágenes que se centran en la condición humana, pero que se presentan también como composiciones rigurosas por sí mismas. A 20 años de su fallecimiento, el centro de fotografía KBr de Barcelona lo recuerda con una exposición —organizada por la Fundación Mapfre y el Bucerius Kunst Forum— de 240 imágenes, todas copias originales —Cartier-Bresson dejó estipulado que no se imprimieran más después de su muerte—, que representa un viaje por el siglo XX: desde la España de la República al Nueva York de los setenta. Con sus fotografías y con su concepto propio al que llamó el momento decisivo —esa fracción de segundo que revela la verdad más amplia de una situación—, dio forma a la fotografía moderna y convirtió al fotoperiodismo en una fuente primaria de información. Hasta el 26 de enero.
Hilma af Klint, Museo Guggenheim Bilbao
Hablar de abstracción es hablar de Kandinsky, Mondrian o Pollock. Hasta hace no muchos años, el nombre de Hilma af Klint (1862-1944) se unió a esa lista. Especialmente, después de una exposición de seis meses en el Museo Guggenheim de Nueva York, en 2018, que la convirtió —con más de 600.000 visitantes— en la estrella inesperada del calendario artístico de aquel año. Ahora, a más de ocho décadas de su muerte, la artista sueca es considerada una pionera del arte abstracto —empezó a hacer composiciones no figurativas años antes que Kandinsky o Mondrian—. Su proyecto Pinturas para el templo, una serie de obras de gran formato, cargadas de color y formas geométricas, que se alejaba de las representaciones conocidas del momento, fue quizás el más importarte de su desconocida carrera. La artista, que ya intuía estar adelantada a su tiempo, dejó claro antes de morir que su obra no debería exponerse hasta veinte años después de su fallecimiento cuando, decía, el mundo estuviera preparado para entenderla. El Museo Guggenheim Bilbao presenta sus pinturas, alejadas del público casi medio siglo —se mostraron por primera vez en 1986—, con su autora ya convertida en un referente de la historia del arte. Hasta el 2 de febrero.
Art en pedra, La Pedrera
Es la piedra protagonista de la evolución de la escultura moderna. A principios del siglo XX, varios escultores volvieron a la talla directa en piedra, sin hacer modelos de arcilla o yeso. Esta exposición, comisariada por Penelope Curtis, en el interior de la Casa Milà —comúnmente conocida como La Pedrera—, obra de Gaudí en el paseo de Gracia de Barcelona, reúne la obra —más de 80 piezas en total— de ocho de los escultores más importantes que trabajaron con piedra a finales del siglo XIX y principios del XX: Hans Arp, Louise Bourgeois, Eduardo Chillida, Naum Gabo, Barbara Hepworth, Henry Moore, Isamu Noguchi y Jorge Oteiza. A las esculturas las acompañan fotografías de los artistas trabajando en sus talleres y otras de gran formato de la fotógrafa Aglaia Konrad, de las canteras de Carrara. Un tributo a la piedra y a quienes han trabajado con ella. Hasta el 2 de febrero.
Santiago Sierra. 1502 personas cara a la pared, Museo CA2M
Las obras del artista Santiago Sierra (Madrid, 59 años) despiertan frecuentemente controversia. Desde su serie Presos políticos, que retrataba a independentistas catalanes, y que fue retirada de Arco en 2018, llenando las páginas de los medios nacionales e internacionales, hasta su ninot del rey Felipe VI que, en la misma feria, terminó quemando por no encontrar un comprador. Ahora, protagonizadas por indígenas, mujeres maltratadas, adictos, veteranos de guerra y migrantes —todos ellos de espaldas—, las fotogragías del madrileño que ha producido obra en 73 países y ha expuesto en centros de arte del todo mundo, visten las paredes del CA2M de Móstoles, en una muestra comisariada por Alexis Callado, la primera de Sierra en un centro madrileño, y que reflexiona sobre los temas que sus protagonistas encarnan. Hasta el 2 de febrero.
MiróMatisse. Más allá de las imágenes, Fundación Joan Miró
Uno se posicionó como uno de los principales exponentes del surrealismo, el otro, del fauvismo, dos concepciones pictóricas aparentemente distintas. Pero Joan Miró (1893-1983) y Henri Matisse (1869-1954), admiradores mutuos, fueron grandes amigos y tuvieron relaciones profundas, no solo en el ámbito personal, también en el artístico. La exposición, comisariada por Rémi Labrusse, decide centrarse en los momentos en los que las miradas cruzadas de ambos fueron particularmente productivas. Una muestra que sigue la carrera de forma cronológica de los dos artistas y que pretende, como explicó el comisario, mostrar más que la influencia de uno sobre el otro, los “estímulos recíprocos” entre ambos. Un recorrido con más de 160 obras provenientes de museos como el MoMa de Nueva York, o el Reina Sofía de Madrid, además de las aportaciones de las familias de ambos. Hasta el 9 de febrero.
Gabriele Münter. La gran pintora expresionista, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
De aquel movimiento artístico legendario llamado Der Blaue Reiter (El Jinete Azul) suelen recordarse, fundamentalmente, nombres como el de Wassily Kandinsky, Franz Marc o Paul Klee. Pero en las paredes que exponían las obras del famoso grupo expresionista, surgido en Múnich en 1911, figuraba también el de una mujer: Gabriele Münter (1877-1962). Aunque muy reconocida en su país natal, Alemania, y exitosa en su tiempo, su nombre se ha mantenido alejado del gran público español y buena parte del europeo. La pinacoteca madrileña, 113 años después del surgimiento del movimiento expresionista en Alemania, presenta a la artista a España con su primera retrospectiva en el país —comisariada por Marta Ruiz del Árbol, Isabelle Jansen y Matthias Mühling—, y la más extensa fuera de Alemania —más de 140 pinturas, dibujos, grabados y fotografías—. Tras su paso por Madrid, la muestra viajará al Museo de Arte Moderno de París. Hasta el 9 de febrero.
El taller de Rubens, Museo del Prado
Pedro Pablo Rubens (1577-1640) fue uno de los pintores más exitosos y prolíficos de su época. Gracias a su taller (también llamado obrador), del que salieron más de 2.000 pinturas, pudo comercializar su arte a gran escala y obtener un beneficio económico como muy pocos artistas de su época. En su taller trabajaban y se formaban jóvenes artistas llegados de toda Europa. El Museo del Prado reconstruye aquel espacio, entre olor a trementina y herramientas de pintura, exponiendo más de treinta obras de la factoría del artista flamenco en una de las salas del edificio Villanueva. Algunas de ellas realizadas por el maestro, otras por los ayudantes y otras tantas, resultado de la colaboración en distintos grados entre estos y aquel. Una muestra que pretende, como explicó su comisario, Alejandro Vergara, el jefe de Conservación del área de Pintura flamenca del Prado en la presentación, mostrar cómo los pintores europeos de la época trabajaban en los talleres, a través del más prolífico de ellos. Hasta el 16 de febrero.
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