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Valle-Inclán, más accesible que nunca

La cátedra de la Universidad de Santiago dedicada al autor prepara el lanzamiento de un archivo digitalizado de sus textos tras editar una colección con sus obras completas

Andrea Nogueira Calvar
Margarita Santos, directora de la cátedra de Valle-Inclan.
Margarita Santos, directora de la cátedra de Valle-Inclan.ÓSCAR CORRAL

Narrativa, teatro y poesía. Ramón María del Valle-Inclán cultivó los tres géneros en libros y artículos de prensa. Modificaba sus obras en sucesivas ediciones y emprendía proyectos literarios de tal envergadura que difícilmente podrían ser concluidos en una vida. Por esa producción descomunal e inconclusa, los dos hitos que la Cátedra de Extensión Cultural Valle-Inclán de la Universidad de Santiago celebra este año tienen más mérito. Por un lado, acaba de presentar el último tomo de la colección Obras completas (Biblioteca Castro) y, por otro, preparan el lanzamiento de un archivo digital que parte con 80.000 imágenes de textos del escritor gallego.

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“Dar las obras completas de Valle-Inclán es casi una imposibilidad”, asevera Margarita Santos Zas, directora de la cátedra. Esta colección se centra en la obra publicada en librería, aunque incluye algunos textos que se han considerado “absolutamente imprescindibles” para la compresión de los libros. Sucede así, por ejemplo, con La media noche, que va acompañado de La luz del día, escrito que el autor no llegó a integrar en un libro, pero sí concibió como segunda parte de esta obra.

Una de las novedades de esta colección es que toma como texto base la primera edición y no la última en vida del escritor, como se suele hacer. Santos Zas defiende que “es importante que las obras se lean en el contexto en el que nacieron", pues estas siempre responden a un movimiento cultural, a la trayectoria literaria del autor y a su propia biografía. Recuerda que, de otra manera, podrían aparecer contaminados por elementos desarrollados con posterioridad a su creación.

La colección se divide en cinco volúmenes: tres dedicados a la narrativa y dos al teatro. En el segundo de estos, se suma la poesía, que es una producción mucho más breve que las anteriores. Se han organizado siguiendo un criterio cronológico, pero su separación, advierte la profesora, no es arbitraria: “La distribución responde a ciclos del autor; claro que las etapas son flexibles y siempre hay una relación de diálogo entre unos períodos y otros, máximo en Valle-Inclán, que tiene una producción que constantemente dialoga consigo misma, de modo que no hay rupturas violentas”.

Guardianes del legado

Hace 10 años, la Universidad de Santiago y los herederos de Valle-Inclán llegaron a un acuerdo por el que los manuscritos del escritor pasaron a estar disponibles para el grupo de estudio de la cátedra. "Fue un momento compartido con la familia, uno de los más emocionantes de mi trayectoria profesional", recuerda Santos Zas. Estos autógrafos permitieron al grupo acercarse a los procesos de escritura del autor, imprescindibles para desarrollar un trabajo académico riguroso como el que han realizado en la colección de sus obras completas. Los documentos se guardan en una caja fuerte de la biblioteca de la universidad. "No son accesibles ni para mí, hay que solicitar a la biblioteca su consulta y hacerlo con una serie de requisitos y cuidados que son los que tienen que ser", asevera. Desde este año la cátedra cuenta también con la biblioteca personal del escritor. "Un privilegio" compuesto por alrededor de 5.000 volúmenes.

A pesar de contar con un exhaustivo estudio de fondo, los textos se presentan limpios, sin aparato crítico. No obstante, cada tomo incluye una introducción que explica los criterios de trabajo que se han seguido. Santos Zas enfatiza que se ha tratado de un trabajo “a pie de obra”, en el que los miembros del grupo han pretendido, sobre todo, “ser muy respetuosos con los textos”.

La cátedra lleva 20 años estudiando al autor de Luces de bohemia y acumulando publicaciones de prensa, iconografías, epistolario... Un volumen ingente de documentos que ahora reúnen en una base de datos digital que lanzarán "en uno o dos meses", con obra impresa anterior a la muerte del autor (1936). “Todo el trabajo del grupo tiene sentido en este archivo, que se ha hecho con dinero público, ya que siempre hemos trabajado con subvenciones del Ministerio [de Economía] y de la Xunta de Galicia, de modo que es una manera de devolver a la sociedad lo que la sociedad nos ha prestado durante todos estos años”.

Las 80.000 imágenes con las que se inaugura el Archivo digital Valle-Inclán, que se colgarán en el Centro Supercomputacional de Galicia, reproducen 4.500 documentos. Los usuarios podrán, además de leer sus creaciones, hacer búsquedas textuales e indagar en los archivos por extractos, pues cada uno ha sido asociado al resto, de manera que se puede bucear hasta la prehistoria de cada uno de los documentos.

La base de datos, que seguirá aumentando su volumen, incluye, además de las obras de Valle-Inclán, documentación de personas que tuvieron contacto con él, como los ilustradores de sus obras o los periodistas que le entrevistaron. También organismos e instituciones, como el Ateneo de Madrid, del que fue presidente. “Valle vive en un periodo en el que todos los autores participan de las mismas editoriales, imprentas, periódicos… este archivo no solamente va a servir para él, sino también para otros autores”, valora Santos Zas.

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Sobre la firma

Andrea Nogueira Calvar
Redactora en EL PAÍS desde 2015. Escribe sobre temas de corporativo, cultura y sociedad. Ha trabajado para Faro de Vigo y la editorial Lonely Planet, entre otros. Es licenciada en Filología Hispánica y máster en Periodismo por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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