El Liceo arranca la temporada con una inyección de juventud
El teatro de La Rambla inicia nueva etapa para rejuvenecer su público
Nueva temporada y también nuevos tiempos para el Liceo de Barcelona. Veinticuatro horas después de que 1.800 jóvenes tomaran literalmente el teatro de La Rambla en el que fue su bautismo con la ópera I Puritani, de Vincenzo Bellini, con entradas a 15 euros, el telón se volvió a alzar en la inauguración de la temporada con el mismo título. Una propuesta operística que fue la elegida para estrenar el Liceo Under 35, una de las iniciativas del teatro para captar nuevos públicos, preferentemente jóvenes.
En los últimos años, el Liceo ha ido introduciendo descuentos y opciones para abaratar algunas entradas pero el proyecto Under 35 supone un salto cualitativo —que ya funciona en París y Milán— porque no se trata solo de asistir a una ópera sino de una experiencia singular: copa de bienvenida al teatro, food stands en el Foyer en el entreacto y un dj al final de la ópera, para poner el broche final a una noche especial. Una idea que fue impulsada por Valentí Oviedo, que asumió la dirección general del coliseo en mayo pasado. Oviedo, que promovió cambios para captar nuevos públicos en su etapa al frente del Auditori de Barcelona, está convencido de que hay que buscar fórmulas y repensar el repertorio de la temporada de ópera del Liceo para ampliar la base de un público que en su gran mayoría pasa generosamente de la cincuentena.
De momento, la tarifa plana de 15 euros para menores de 35 se hará con Tosca, de Puccini, en junio. La posibilidad de repetirlo en más funciones en temporadas futuras dependerá, en buena medida, de la búsqueda de patrocinadores y la disponibilidad de los artistas. La noche del jueves fue un éxito espectacular. Para un 80% de los que asistieron fue su bautismo en la ópera y a juzgar por los aplausos y los comentarios, repetirían si los precios fueran más asequibles.
Oviedo se ha propuesto, también, ampliar la oferta musical del Liceo, con ópera barroca y contemporánea que, en ambos casos, no tienen cabida en el teatro que dispone solo de la sala de conciertos —con 2.000 localidades— demasiado grande para ese tipo de formatos. Para poder hacerlo no descarta buscar otros emplazamientos en los que desarrollar un proyecto educativo que ahora se está planificando. Todo ello con un presupuesto que el Liceo quiere revisar al alza, en torno a los 50 millones de euros, un incremento que pretende conseguir, en parte, con más ingresos propios, mejorando el mecenazgo y las aportaciones de las Administraciones Públicas. Si el Liceo pasó por años muy complicados financieramente con la crisis económica, que supuso una drástica reducción de las aportaciones públicas y recortes en la plantilla, en esta nueva etapa el teatro de La Rambla quiere poner el foco en la parte artística, en la elección de los títulos y las actividades educativas.
La inauguración de la temporada se hizo este viernes ya con el público tradicional, lejos de la algarabía y frescura de quien está en la veintena o un poco más, con invitados vip —entre ellos el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet— y con la solvencia de dos figuras de la ópera en escena como el tenor mexicano Javier Camarena y la soprano sudafricana Pretty Yende. Encarnaron a Elvira y Arturo, los personajes principales de la que fue la última ópera que escribió Bellini antes de fallecer a los 33 años. El montaje de I Puritani que se verá en el Liceo es de la irlandesa Annilese Miskimmon que traslada el drama romántico de la guerra civil de Inglaterra del siglo XVII al Belfast de 1973, con el telón de fondo de los enfrentamientos entre los protestantes y los católicos.
Babelia
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