Una novela gráfica se cuela por primera vez entre los finalistas del Man Booker Prize
'Sabrina', de Nick Drnaso, entra en la preselección de candidatos a uno de los principales premios literarios de lengua inglesa
Sabrina desaparece. Su hermana Sandra y su novio Teddy quedan al borde del abismo. La angustia y la tristeza los invade y entonces la historia se desarrolla en torno al sufrimiento que viven por la pérdida de su ser querido. Dibujos de líneas simples y colores pasteles le dan vida a Sabrina, el nombre de este cómic que creó el joven escritor estadounidense de 29 años Nick Drnaso, y que se ha ganado un lugar en la historia del Man Booker Prize: por primera vez, una novela gráfica está entre las obras finalistas que optan a uno de los principales galardones literarios de habla inglesa.
El Premio Man Booker de Ficción fue otorgado por primera vez en 1969 y desde entonces, año tras año, destaca a escritores de cualquier nacionalidad que escriban en inglés. Iris Murdoch, Salman Rushdie, Ian McEwan o Hilary Mantel han sido algunos de los gigantes literarios que han sido reconocidos. Durante sus 49 años de vida, nunca había reconocido a una novela gráfica, pero ahora la creación de Drnaso ha accedido al menos a la fase final del premio. El 20 de septiembre se anunciarán los preseleccionados para la competición final y el 16 de octubre se dará a conocer el ganador.
"Dada la forma cambiante de la ficción, era solo cuestión de tiempo antes de que se incluyera una novela gráfica", informaron ayer martes los jueces del premio en la web oficial. "Sabrina le exige al lector exactamente de la misma manera que cualquier buena ficción. Oblicuo, sutil, minimalista, no manipulador: el estilo de las imágenes es la cosmovisión del libro", agregaron.
Antes de este éxito, Drnaso ya había sorprendido con Beverly, su primer cómic con el que recibió el LA Times Book Prize a la Mejor novela gráfica. La obra fue publicada en España por la editorial Fulgencio Pimentel.
En 1992, el cómic Maus del estadounidense Art Spiegelman se convirtió en la primera novela gráfica de la historia ganadora del Pulitzer. Aquí, el mismo autor entra al relato convertido en un personaje quien le pide a su padre, el polaco Vladek Spiegelman, que le cuente cómo sobrevivió al campo de concentración de Auschwitz. Todos los personajes son animales: los judíos están representados por ratones, los nazis son gatos, los polacos cerdos y los franceses, ranas.
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