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“Massive Attack venían torcidos desde la mañana”

Los organizadores del Mad Cool afirman que fue “imposible” alcanzar un acuerdo con la banda británica

Fernando Navarro
Paul Kalkbrenner en el Mad Cool en el escenario que debió tocar Massive Attack.
Paul Kalkbrenner en el Mad Cool en el escenario que debió tocar Massive Attack.GAA (GTRES)
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Cerca de las 1.30 de la noche, 15 minutos antes de que comience su concierto, Robert Del Naja y Grant Daddy G Marshall, miembros de Massive Attack, se acercan al escenario The Loop del festival Mad Cool con la idea de tocar cuando dicen que, desde donde están, escuchan la música de Franz Ferdinand, que acaban de empezar su concierto. Afirman que así no salen a actuar. Unas 25.000 personas esperan al otro lado de las lonas con el fin de empaparse de su trip hop, esa sugerente mezcla experimental de hip hop, dub, reggae y electrónica. Pero Massive Attack —uno de los platos fuertes del festival que se celebra hasta hoy sábado en Madrid— aseguran que no salen. “El sonido que se oye de Franz Ferdinand es un problema”, dicen. Se dan la vuelta y se vuelven a los camerinos.

Según el relato del director del Mad Cool, Javier Arnaiz, el grupo británico estaba “muy reacio” a tocar desde el principio y no les sirvió ninguna de alternativas que se les ofreció. “Venían torcidos desde la mañana, porque hicimos todo lo posible por mantener el concierto”, explica Arnaiz en conversación con EL PAÍS. “Había muchísima gente esperando y era una falta de respeto total a todo el mundo. No podíamos dejar a 25.000 fans tirados con la miel en los labios”, añade el máximo responsable del Mad Cool, un evento que ya fue protagonista de polémica por el caos que hubo en el acceso al recinto de Ifema durante la primera jornada del pasado jueves registrando intensos atascos y largas colas de más de dos horas de espera.

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La primera opción fue convencerles de que el sonido no era tan molesto como ellos decían. La organización del festival sabía que eran exigentes con el sonido y que habían solicitado meses antes, cuando se les contrató, que “no se solapasen los sonidos de otros escenarios”. “El problema es que nadie pensaba que se solaparan más allá de lo típico de un festival. Pasa todo tiempo en todos los festivales y se tiene controlado con los técnicos”, cuenta Arnaiz, que recuerda que han sido el único grupo que se ha quejado de este solapamiento y que antes por el escenario The Loop también habían tocado ese día Ofenbach, Odesza y Paul Kalbrenner sin ninguna queja por “la acústica del sonido”.

Ante la negativa del grupo, que se encerró en el camerino mientras su manager negociaba con la organización del Mad Cool, se planteó bajar los delays a Fran Ferdinand, intentando que su concierto se oyera menos de lo que se oía. “Hablamos con el manager de Franz Ferdinand y le explicamos la situación. Se llevan bien con Massive Attack y fueron comprensivos. Nos dieron el ok, pero tampoco era una solución para Massive Attack”, dice el director de Mad Cool, que afirma que incluso consiguieron acordar con el manager de Franz Ferdinand acabar diez minutos antes su actuación y, de esta forma, empezar la de Massive Attack con retraso, pero sin ningún tipo de solapamiento con el escenario Madrid te abraza, donde tocaba Franz Ferdinand y que era causante del problema. “Creíamos que era viable porque se podía anunciar por las pantallas que habría un retraso y la gente lo entendería”, señala Arnaiz. Pero no sirvió.

Pintaba drama mientras se oían los primeros silbidos y quejas en la gran carpa del escenario The Loop. El director del Mad Cool explica que se activaron entonces todas las medidas posibles, entre ellas una compleja como retrasar los siguientes conciertos de La M.O.D.A. y The Bloody Beetroots en sus respectivos escenarios para que no coincidieran con la actuación de Massive Attack, que ya llevaba un retraso importante. Según Arnaiz, tanto los managers del grupo español como del dj italiano accedieron. “Llegó un momento que les planteamos que nos dieran ellos la solución. Estábamos dispuestos a parar el recinto entero para que no sonara nada cuando ellos tocasen y así no cancelar”. Corrían los minutos y la tensión era evidente entre el público, que comenzó a protestar más airadamente hasta el punto que algunos tiraron vasos de mini contra el escenario vacío.

“Les pedimos que por seguridad no cancelaran, pero se empeñaron. Cuando justo acabó la actuación de Franz Ferdinand, confirmaron que no iban a salir”, apunta Arnaiz. Eso fue casi a las 3.00 de la mañana. Media hora después, el festival emitía un comunicado confirmando la cancelación. "Hemos hecho todo lo posible para retrasar horarios a otras bandas y buscar una franja horaria donde Massive Attack estuviesen cómodos, pero la decisión unilateral de la banda ha sido cancelar su show", decía el texto.

Massive Attack no ha comunicado nada por su parte. Tampoco este periódico ha podido ponerse en contacto con el grupo ni con su representante. La banda siempre solicita que no haya solapamientos de sonido en los festivales donde toca. Ya en 2014 el grupo español Corizonas tuvo que parar su actuación en el festival Low para no hacerla coincidir con la de las estrellas británicas. Según cuenta el guitarrista Fernando Pardo a este periódico: “Los tíos se quejaron hasta del ruido de unas actuaciones acústicas que había en un escenario de Gibson. Nosotros tuvimos que dejar el bolo a la mitad para que Massive Attack no cancelase. Al menos el Low al año siguiente nos contrató en señal de disculpa por lo sucedido”.

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Sobre la firma

Fernando Navarro
Redactor cultural, especializado en música. Pertenece a El País Semanal y es autor de La Ruta Norteamericana. Ejerce de crítico musical en Cadena Ser. Pasó por Efe, Abc, Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone. Ha escrito los libros Acordes Rotos, Martha, Maneras de vivir y Todo lo que importa sucede en las canciones. Es de Madrid.

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