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La carta robada de Cristóbal Colón vuelve de las Américas

El incunable de 1493 que anunciaba a los Reyes Católicos el descubrimiento del Nuevo Mundo desapareció de la Biblioteca Nacional de Catalunya hace una década

La carta de Cristóbal Colón, durante la ceremonia de entrega.
La carta de Cristóbal Colón, durante la ceremonia de entrega.ICE
José Ángel Montañés

Cristóbal Colón anunció por carta a los Reyes Católicos —que habían financiado la temeraria empresa de buscar las Indias por el camino más corto—, el descubrimiento del Nuevo Mundo. Escribió Columbus Christopher Epistolae de Insulis Indie supra Ganger nuper inventis (De las islas de la India recientemente descubiertas más allá del Ganges) y mandó que se imprimieran 16 ejemplares en latín de su misiva en Roma el 29 de abril de 1493 por Stephan Plannck para que la noticia fuera conocida por cuanta más gente mejor de toda Europa. En la carta se relata desde la salida del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, su llegada a América, las primeras exploraciones de las nuevas tierras y la llegada de regreso a Lisboa el 4 de marzo de 1493.

Una de esas 16 copias casi únicas, depositada desde hace un siglo en la Biblioteca Nacional de Catalunya (BNC), un incunable de incalculable valor por el contenido de lo que relata, ha protagonizado una historia tan rocambolesca como el mismo viaje que hizo Colón en 1492 que le llevó en vez de encontrar una nueva ruta para llegar a las Indias, a toparse con un nuevo continente en el que, aparentemente, nadie de la Europa occidental había estado nunca.

Primera página de la carta de Colón de 1493.
Primera página de la carta de Colón de 1493.Biblioteca Nacional de Catalunya

Los cuatro folios de esta carta encuadernados en piel más moderna fueron robados —no las tapas— no se sabe con certeza cuándo, pero hace más de una década, fue sustituida por una copia, tan buena que nadie durante años se percató del cambio. En las próximas semanas la carta volverá a Barcelona, al lugar de donde fue sustraída, gracias a la pericia policial, después de que haya circulado durante estos últimos años por tierras americanas en busca de un comprador. El pasado miércoles la carta fue entregada por las autoridades norteamericanas al embajador español Pedro Morenés que en unos días la enviará a Madrid y luego llegará a la Biblioteca Nacional de Catalunya.

Digitalizada en 2004

Sala de consulta de la Biblioteca Nacional de Catalunya.
Sala de consulta de la Biblioteca Nacional de Catalunya.Susanna Saez

La investigación policial arranca en 2011 cuando la Oficina de Investigación de Estados Unidos, dependiente de la Agencia de Inmigración y Aduanas, recibió la noticia de que la carta estaba en el mercado en busca de un comprador adinerado. “Hemos participado desde que tuvimos noticia del robo, en 2012, en todo el proceso de investigación que ha llevado a su recuperación”, explicó ayer Eugènia Serra, directora de la BNC desde 2012, feliz por el resultado positivo de los trabajos que se han mantenido en absoluta discreción. “El hecho de que la original estuviera digitalizada desde 2004, como todos los incunables que tenemos, unos 650 ejemplares distintos, ha permitido comprobar que la que estaba en el en venta era la auténtica”, prosigue Serra que apunta que la carta estaba en manos de las autoridades estadounidenses desde hace un año, pese a que la entrega a España se ha realizado esta semana.

“Aparte de que sea de Colón, es un incunable, o sea, un documento impreso desde la invención de la imprenta hasta 1500, por lo que tiene valor sea de quien sea. El hecho de que sea Colón le añade un valor documental muy importante, ya que cuenta su primer viaje a América”, prosigue Serra que recuerda que la carta está en la BNC desde 1918: “Se compró en diciembre de 1917 en una parada de libros, por lo que nos consta, junto con otros libros y documentos, e ingresó formalmente en 1918”.

Entre el robo y su recuperación la carta ha sido vendida, al menos, según las autoridades de Estados Unidos, en dos ocasiones: en noviembre de 2005 por 600.000 euros en Italia y en junio de 2009 por casi un millón de dólares en Brasil, que ha sido donde se ha recuperado la carta colombina.

La identidad del ladrón que pegó el cambiazo no ha trascendido. “El control de acceso a la reserva ha cambiado. Antes se hacía manual y se guardaban los registros unos años. No es posible saber quién accedió a la carta y se la pudo llevar”, remacha Serra y aclara que ahora el cambio sería imposible. De hecho, desde hace años a la sala de reserva de la BNC solo se accede de forma restringida, mediante autorización y con control estricto de lo que se pide.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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