El duelo de dos gigantes solitarios
La película ‘Borg McEnroe’ recrea la agónica final en la que se enfrentaron los dos grandes tenistas en Wimbledon, en 1980
El hombre de hielo frente al insolente niñato. El mazo sueco contra el estilete norteamericano. El héroe y el villano, el caballero y el indomable. Ya lo dijo Andre Agassi: “Todo partido de tenis es un trozo de vida en miniatura”. Lo que se vivió en la pista central de Wimbledon (Inglaterra), en 1980, fue algo más que un trozo de vida. Fue el duelo de dos gigantes solitarios, dos hombres nacidos para la rivalidad y el éxito. El sueco imperturbable Björn Borg y el temperamental estadounidense John McEnroe se enfrentaron en una final legendaria. El filme Borg McEnroe recrea algo más que un partido mítico, en el que el sueco se jugaba su quinta victoria como campeón de Wimbledon, entrando en la vida y las pasiones de estos dos grandes deportistas.
El director danés Janus Metz ha presentado este sábado la película en el Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi, que este año celebra su segunda edición. Protagonizado por el actor islandés Sverrir Gudnason, en el papel de Borg, y el norteamericano Shia LaBeouf, como McEnroe, el filme, presentado en la sección oficial fuera de concurso del certamen, se estrenará en España el 18 de mayo.
Poco importa quien ganara ese agónico partido de tenis, largo y angustioso, el 5 de julio de 1980. Al menos en el filme. Fue Borg quien ganó ese año el campeonato para perderlo al año siguiente frente al mismo rival. Janus Metz tenía seis años cuando se celebró ese duelo, pero tiene en mente el ambiente que se vivió en su casa y en el mundo entero. De Borg recuerda su figura mítica, como parte de la cultura popular de su infancia, y cuyos posters adornaron años más tarde su habitación de adolescente, pero a McEnroe le siguió su carrera fulgurante tras el primer duelo, y la retirada, a los 26 años, del campeón sueco. “Lo que allí se vivió fue el combate entre dos hombres aparentemente opuestos y primarios, pero que, en realidad, están hechos del mismo material, porque comparten los mismos miedos y el mismo dolor existencial, aunque lo afronten de manera diferente”, asegura Metz en un encuentro con este periódico en Barcelona.
Criados en ambientes totalmente distintos, Borg y McEnroe se ven superados por su afán de éxito y superación. “Asistimos a un drama existencial, en el que cada uno trata de buscar quién es realmente, porque el tenis es un juego de solitarios, en el que los deportistas se enfrentan a sus propios demonios”, añade el realizador del filme, que en 2010 obtuvo el Premio de la Semana de la Crítica en Cannes con su película Armadillo y que ahora prepara una serie de televisión sobre la mafia italiana. “Eran dos arquetipos, Borg la máquina perfecta, y John McEnroe el salvaje protestón, el animal enjaulado del que todos esperaban el siguiente brote”.
La película, de producción sueca con una pequeña participación danesa, recorre la infancia y adolescencia de estos dos tenistas, penetrando en el drama y la personalidad de ambos. “Como cineasta, lo más interesante para mí era partir de una realidad para tratar de darle significado a través de la dramatización o representación de lo que se están jugando estos dos hombres como seres humanos”, añade Janus Metz.
Borg McEnroe es uno de los títulos más impactantes que se podrán ver a lo largo de esta semana en esta segunda edición del festival, que se celebra coincidiendo con el día de Sant Jordi, el lunes 23. En total, serán 38 filmes los que se podrán ver en la programación del certamen, de ellos 12 en la sección oficial.
Babelia
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