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Sin ‘quorum’ para el Nobel de Literatura tras la salida de dos académicas

Katarina Frostenson, esposa del dramaturgo acusado de abusos sexuales por 18 mujeres y de filtraciones, deja el puesto junto a Sara Danius, encargada de anunciar el premio de literatura

La secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius, este jueves en Estocolmo. En vídeo, declaraciones de Carlos Gustavo de Suecia.

La académica del Nobel de Literatura Katarina Frostenson, vinculada al escándalo de filtraciones y abusos sexuales que sacude la Academia Sueca desde el pasado noviembre, ha dejado el cargo este jueves junto a la secretaria permanente, Sara Danius, encargada de anunciar el premio. Frostenson, académica desde hace 26 años y miembro asociado del Comité Nobel, es la esposa del dramaturgo y fotógrafo francés acusado de abusos sexuales por 18 mujeres, Jean-Claude Arnault. La Academia sueca se queda así sin quórum, ya que estas dos salidas se suman a las tres de la semana pasada, con lo que solo 11 de los 18 asientos de la academia están ocupados, pues dos autoras boicotean a la institución por otros motivos desde hace años. Según los estatutos de la institución, esta circunstancia no permitiría elegir a nuevos miembros. 

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El director de la Academia, Anders Olsson, ha confirmado tras una reunión en la que se discutió la grave crisis interna que atraviesa la institución que Frostenson ha decidido su salida "con la esperanza de que la Academia Sueca sobreviva como institución" y ha asegurado que no se ha discutido quién puede suceder a Danius en el cargo. "Creo que todos entendimos la gravedad de la situación en la que nos encontramos. Nos vimos obligados a hacer un compromiso, dar un paso atrás. Quienes apoyaban a Frostenson retrocedieron y ella aceptó dejar su puesto. La crisis de confianza quisimos solucionarla también con la salida de Danius", ha afirmado Olsson. Ambos cargos eran vitalicios.

La renuncia al asiento es, no obstante, una decisión simbólica, ya que la elección es de por vida, aunque se puede optar por no participar ni en sus actividades ni en sus votaciones. El rey Carlos XVI Gustavo, protector de la institución fundada en 1786 por Gustavo III, informó hace unos días de que consideraría la necesidad de completar los estatutos "entre otras cosas en lo relacionado con el derecho a renunciar". Desde 2016, una ley estatal impide que se obligue a permanecer en la institución, lo que podría desbloquear la situación en la Academia y cubrir las vacantes, según fuentes de la Academia consultada por EL PAÍS. Esta semana se debía proceder a reducir a cinco los candidatos finales al Nobel.

Danius, que renuncia además a su asiento en la Academia, ha asegurado que no se ha discutido el nombre de su sucesor. "No puedo entrar en eso, es confidencial. Es la voluntad de la Academia y la acepto. Me habría gustado seguir, pero hay otras cosas que hacer en la vida", ha dicho Danius al acabar la reunión en la sede de la institución, que duró tres horas, el doble de lo habitual.

La reunión fue la primera celebrada tras la renuncia el pasado viernes de otros tres académicos —Klas Östergren, Kjell Espmark y Peter Englund—, que aludieron de forma indirecta al caso que afecta al dramaturgo francés Jean-Claude Arnault, vinculado a la academia y esposo de Frostenson.

La Academia Sueca se vio salpicada el pasado noviembre, en medio del movimiento #MeToo, por acusaciones contra el marido de Frostenson de cometer abusos sexuales y de filtrar el nombre de varios ganadores del prestigioso premio. Fueron 18 mujeres quienes destaparon hace meses de forma anónima las supuestas vejaciones y abusos, algunos cometidos en dependencias vinculadas a la Academia. Tres de ellas apuntaron también a que fue Jean-Claude Arnault quien reveló con anticipación en público en tres ocasiones el ganador del Nobel, entre los que estaban los franceses J. M. G. Le Clézio en 2008 y a Patrick Modiano en 2014.

Al estallar el caso, la Academia encargó un informe externo mientras varias mujeres interponían denuncias y la fiscalía abría una investigación en medio de duras críticas del mundo cultural a la institución. El informe reveló que Arnault había filtrado el ganador del Nobel en siete ocasiones, que Frostenson era copropietaria de la sociedad que controla el club literario Forum y que podría haber irregularidades en la financiación recibida por esa organización de la Academia, por lo que recomendaba una denuncia.

La mayoría de la Academia frenó en una reunión anterior la expulsión de Frostenson —una medida que solo se ha aplicado una vez en la historia de la institución—, promovida por los tres miembros que dejaron el cargo el viernes pasado. Estos criticaron a sus compañeros por "anteponer" motivos personales a su responsabilidad. La polémica se vio avivada esta semana por un artículo en prensa del exsecretario y aún miembro Horace Engdahl, quien acusó a los tres miembros salientes de "malos perdedores" y calificó a su sucesora, Sara Danius, de ser la peor secretaria de la historia.

El primer ministro sueco, Stefan Löfven, ha admitido este jueves sentirse sorprendido por el "tono irreconciliable" de las discusiones e instado a la Academia Sueca a recuperar la confianza y el respeto por una institución tan importante para Suecia.

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