El otro Hugo Sánchez
Netflix anuncia el lanzamiento de la serie de uno de los personajes secundarios de ‘Club de Cuervos’, la exitosa producción que pone en ridículo al fútbol en México
Si Breaking Bad tuvo a su Saul Goodman, Club de Cuervos tendrá a Hugo Sánchez. Aunque, claro, el primero era un sagaz abogado y el segundo un adulador de su jefe. Se trata del spin-off (series derivadas de otra ficción) de la primera producción en español de Netflix llamada La balada de Hugo Sánchez.
Este Hugo Sánchez no tiene melenas ni una elasticidad para dibujar una chilena. Tampoco jugó en el Real Madrid. Quizá su única relación con el fútbol sea cuidar de que el presidente de los Cuervos baje a reprender a sus futbolistas por perder su quinto partido de la temporada. Este Hugo Sánchez es el servil asistente de Salvador Iglesias Jr. y uno de los personajes secundarios.
En tres temporadas, Hugo Sánchez —encarnado por Jesús Zavala— no ha tocado el balón. El personaje es un enigma: vive en un asilo para ancianos, su compañera de piso pasó cuatro días muerta y nada puede perturbar su impoluto peinado hacia la derecha. Es el arquetipo del oficinista mexicano que prefiere soportar la inclemencia del sol a quitarse el suéter, el que tiene implantado el móvil en una palma de la mano y que congratula todas las malas obras de su patrón. “Siempre comer en el escritorio tiene sus ventajas: estoy disponible para mi jefe a cualquier hora”, escribió el ficticio asistente personal en su cuenta de Twitter.
Hugo Sánchez, como bufón, ha ganado notoriedad gradualmente. Su balada se enfocará en una nueva responsabilidad: guiar a los Cuervos en un torneo en Nicaragua. Y será durante ese viaje cuando se excave un poco más en su biografía. Su excesiva cordialidad y chusco sentido de la responsabilidad han acaparado la atención de otros personajes burlescos como el Potro, un futbolista argentino que se resiste regresar a su país, o Aitor Cardoné, la estrella del fútbol internacional mimado con sus extravagantes caprichos.
El actor Jesús Zavala ha encontrado el papel que lo consagra a sus 26 años. Ha dejado atrás su pasado en las telenovelas infantiles como Alegrijes y Rebujos (2003) y Atrévete a soñar (2009) para ser la pieza clave en el ecosistema de estos Cuervos que también ridiculizan a la clase política.
Club de Cuervos es un enorme guiño al mundo de fútbol, con especial dedicatoria a México, su país productor. Es una bocanada de humor satírico que ha tenido éxito en Latinoamérica. El hilo argumental va sobre el equipo de Cuervos que busca sortear una nueva era tras la muerte de su fundador y ahora está en manos de sus hijos: Isabel y Salvador, los protagonistas.
El director de la serie, Gaz Alazraki, ha felicitado a todo su equipo por encandilar a los netflix-dependientes y por sorprender a la empresa de entretenimiento con su notoriedad. México se convirtió en el principal país en ver todos los capítulos de una serie en tan solo 24 horas. De acuerdo a datos de Netflix, Club de Cuervos superó a otras series como The Defenders, El Chapo y Stranger Things. La maquinaria publicitaria ha sido brutal con la camiseta oficial del equipo vendida en plazas comerciales y las cuentas falsas en Twitter que no pierden el momento para llevar el guion a 240 caracteres.
La balada de Hugo Sánchez se estrenará antes de la cuarta temporada de Club de Cuervos, el 17 de junio, justo unos minutos después del primer partido de México contra Alemania. Un poco de humor después de lo que puede ser un partido tenso para los mexicanos. Al final de todo, siempre quedará esa serie que ridiculiza al futbolista.
Quien se quede con las ganas de ver una serie del verdadero Hugo Sánchez, tendrá que ser paciente con el documental que prepara el cineasta Francisco Javier Padilla.
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