La Giralda era roja
Unas obras de restauración acreditan que el monumento tenía ese color en 1568
Bartolomé Esteban Murillo pintaba en 1666 a las santas Justa y Rufina sosteniendo una Giralda de tono rojizo. Cuatro décadas antes, hizo lo propio Miguel de Esquivel. Hasta la fecha, pinturas como estas eran la única documentación que se tenía sobre el carmesí del monumento sevillano, la torre de la catedral. Ahora, los trabajos de restauración realizados en los últimos siete meses en una de sus caras han permitido acreditar lo que ambos pintores ya reflejaron. “La Giralda era roja en 1568. Y lo fue durante su época almohade y renacentista”, explica el arquitecto responsable de los trabajos, Eduardo Martínez. Esta confirmación ha sido posible tras la retirada de la suciedad y de los morteros que impedían apreciar los restos cromáticos. “El color se fue perdiendo hasta el siglo XIX, cuando aún había restos”, añade.
Que la Giralda era roja es la principal conclusión de la restauración iniciada hace siete meses en la cara oeste del monumento. La restauración ha tenido un coste de medio millón de euros y en ella han participado más de cien personas. Los restos cromáticos rojos, según Martínez, han aparecido en todas partes. “Un rojo pintado sobre ladrillo y también sobre el mortero, así como en numerosos elementos”, ha señalado antes de apuntar que recuperar esa imagen original sería “un debate muy diferente y difícil”.
Además del descubrimiento del color rojo, se han restaurado elementos de la estructura almohade, se han encontrado restos de madera que sirvieron para construir la Giralda en esa época y se han recuperado restos de policromías, ha detallado el responsable, informa Efe. Asimismo, se han reforzado la estructura de las campanas (que se encontraban en estado de degradación), se ha perfeccionado la red de seguridad de la Giralda contra los rayos y se han reemplazado algunos elementos como la columna central, que fue transportada igual que en el período almohade porque fue subida por las rampas de la Giralda con tracción humana y sin grúa, según el responsable de las obras.
En sus siglos de vida, nunca se había sometido a la Giralda a una actuación de estas características, según Martínez, aunque desde el siglo XII se ha intervenido con acciones de mayor o menor envergadura. Los últimos trabajos parecidos a los realizados ahora datan de hace más de 35 años. Desde el siglo XVI, la intervención ha sido "continuada", con obras tan importantes como las acometidas en el siglo XVII con motivo de las afecciones de la torre mayor por el terremoto de Lisboa de 1755 o las restauraciones del XIX del arquitecto Adolfo Fernández Casanova. Ya en 2013 hubo una actuación para restaurar la zona de las campanas. También se ha trabajado recientemente sobre el Giraldillo.
El coste de los trabajos ha sido de medio millón de euros, sufragado íntegramente por el cabildo metropolitano de la Catedral, que también financiará las obras en la cara sur, que comenzarán este lunes. La intervención en los lados norte y este dependerá de los recursos de la institución que, según señala, se obtienen a través de la venta de entradas a la Catedral.
Babelia
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