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Arco: más allá de la polémica

La crítica de arte Bea Espejo realiza un recorrido por seis piezas expuestas en esta edición de la feria donde la escultura tiene un importante papel

Pieza de Eva Fábregas en la sección de Futuro de Arco.Vídeo: C. Álvarez / P. Casado
R. H. B.

Tras el abrupto comienzo de la 37ª edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco), con la retirada de la obra de Santiago Sierra, Presos políticos en la España contemporánea, del estand de la galería Helga de Alvear antes, incluso, de su apertura oficial que era el miércoles al mediodía, la cita intenta recuperar su curso. No hay que perder el objetivo de Arco como feria: la compra de obras de arte. Sin embargo, tampoco hay que desdeñar su valor de medidor de tendencias y en esta edición “hay un interesante nivel de esculturas”, afirma Bea Espejo crítica de arte de este periódico. Y en ellas se centra en su repaso de seis piezas destacables en la feria.

La crítica comienza el recorrido con una pieza de Ignasi Aballí, Políptico del fin, en la que con su técnica habitual de recortes de periódicos juega con la palabra “fin” que sitúa en los márgenes del soporte. “Fin del Estado”, “fin de la privacidad” o “guerra sin fin” son algunas de las combinaciones que crea el artista catalán. Luego pasa a una discreta pero significativa obra de Ángel Bados en la galería CarrerasMugica. Lalibela es una escultura de madera, tela y piedra que habla por sí sola de la conjugación de materiales con los que trabaja este artista perteneciente a la generación de escultores vascos de los ochenta. Para seguir con esta tradición, el paseo continúa con la obra de June Crespo, una joven pamplonesa que casi cuarenta años después que Bados sigue jugando con los materiales para construir sus obras, que plagan el estand de la galería barcelonesa etHALL.

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El espacio de la galería Álvaro Alcázar es una clara muestra del importante papel que tiene la escultura en los pabellones de Ifema en los que se sitúa la feria. Han transformado la típica estructura de paredes blancas en un espacio abierto en el que las obras se muestran en exposición, un escaparate que hace que luzcan de manera diferente a la que lo harían en el formato tradicional.

Antes de continuar con dos apuestas de futuro, Espejo destaca la obra de un clásico como Perejaume con uno de sus paisajes en la galería Nogueras Blanchard. A la joven Teresa Solar Abboud se la puede ver en Arco, en el estand de Joan Prats, y en el centro cultural Matadero (Madrid) con su instalación Cabalga, cabalga, cabalga. La creadora ha obtenido el Premio Arco de la Comunidad de Madrid para jóvenes artistas. En sus esculturas es palpable la tensión entre los diferentes materiales que utiliza: la cerámica, las cuerdas o los tubos.

El concepto de futuro llega a la feria bajo el lema “El futuro no es lo que va a pasar, si no lo que van a hacer” y lo que han hecho Chus Martínez, Elise Lammer y Rosa Lleó, las tres comisarias de este programa, es crear uno de los espacios más acogedores del pabellón 7 que recibe al visitante con las esculturas táctiles de Eva Fàbregas. Estas invitan al público a sentarse, ver, tocar, descansar, experimentar, sentir… En definitiva, provocar algo en el espectador, ¿no es eso el arte?

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