_
_
_
_
crítica | EL INSTANTE MÁS OSCURO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El regreso de papá Brexit

El hombre que solo pudo prometer sangre, sudor y lágrimas no es una mera figura histórica

Un sombrero Homburg abandonado en el Parlamento, un huevo frito sobre una sartén y un vaso rellenándose de whisky en plena mañana preceden a la primera imagen fugaz del rostro de Winston Churchill, iluminado por la llama que enciende un puro casi en el instante mismo del despertar. Una buena manera de decir que el hombre que solo pudo prometer sangre, sudor y lágrimas no es una mera figura histórica, ni un simple personaje cinematográfico en el interior de su propio biopic (parcial), sino un icono cuya invocación/activación necesita ser debidamente ritualizada para poner de nuevo en marcha la maquinaria de ese cine Brexit que, en menos de un año, ha recurrido ya cuatro veces –Dunkerque, Su mejor historia, Churchill y, ahora, la película de Joe Wright– al mismo periodo histórico para forjar una nueva mitología de la autoestima nacional.

EL INSTANTE MÁS OSCURO

Dirección: Joe Wright

Intérpretes: Gary Oldman, Kristin Scott-Thomas, Lily James, Ben Mendelsohn.

Género: drama. Gran Bretaña, 2017.

Duración: 125 minutos.

Una comparación entre la reciente película de Jonathan Teplitzky y la de Wright permite comprobar con qué velocidad se consolidan una serie de lugares comunes en torno a un tema dado: una película sobre el célebre mandatario debe tener a) un actor que se deje la piel en el papel principal (aquí Oldman se entrega tanto como lo hizo Brian Cox, pero plasma mejor que éste la fragilidad del personaje), b) una escena en la que el volcánico temperamento del protagonista entra en erupción ante la vulnerabilidad de una joven secretaria, c) otra escena donde es esa secretaria quien logra que el energúmeno se humanice, desvelándole el precio afectivo y humano de la contienda, d) una conversación preclimática con el monarca, en la que dos fuerzas antagónicas se reconocen como imágenes en el espejo y e) un clímax en forma de discurso (aquí son tres, enlazados).

El instante más oscuro aporta, al límite de lo sonrojante, una escena donde un Churchill sin camuflaje vive su particular momento Enrique V en el metro de Londres. Mientras Wright no para de emitir señales de Gran Autor que no son más que gestos de formalismo vacuo en plano cenital, Oldman intenta buscar una cierta verdad bajo las capas de maquillaje. Y la encuentra.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_