_
_
_
_
Cámara oculta
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Éxtasis y yo

El interés en Hedy Lamarr no radica solo en sus trabajos en el cine, sino en sus inventos durante la guerra

Fue sin duda una de las mujeres más bellas del Hollywood clásico junto a Ava Gardner, Rita Hayworth o Gene Tierney, pero pocos o casi nadie la recuerdan. Así se desprende del documental Llamando a Hedy Lamarr, que le ha dedicado uno de sus hijos, en el que los transeúntes del Paseo de la Fama de Hollywood no reconocen su nombre a pesar de haber sido de las más populares actrices de las décadas de los cuarenta y cincuenta. Ahora, a los 103 años de su nacimiento, se ha puesto de nuevo en boga Hedy Lamarr, al menos en España, donde acaba de editarse, por fin, su libro de memorias, Éxtasis y yo, que vio la primera luz en 1966. Desde entonces solo se podía leer, traducido, en ediciones latinoamericanas. Ya era hora, pues, de que figurara en nuestras librerías, porque la vida cinematográfica de Hedy Lamarr tiene interés desde que comenzara su carrera en Austria, protagonizando el que posiblemente fuera el primer desnudo integral en un largometraje (Éxtasis, en 1933), poco antes de ser contratada en Hollywood, donde adquirió fama internacional, gracias, entre otras películas, a su fascinante Dalila de Sansón y Dalila, en 1949.

Pero el interés de su vida no radica solo en el recordatorio de sus trabajos en el cine, sino en sus inventos durante la guerra, uno de los cuales, “el sistema secreto de comunicaciones” o “salto de frecuencia” permitía nada menos que teledirigir torpedos, aunque el Ejército de Estados Unidos no lo valoró en su momento, aconsejándole, tanto a ella como al coinventor, George Antheil, que se dedicaran a hacer campañas para recaudar fondos y se dejaran de experimentos. Sin embargo, al cabo de los años este invento ha permitido la creación del WI-FI y el GPS, entre otras maravillas de las telecomunicaciones modernas. Por ello, cuando falleció hace 17 años, a la edad de 85, Lamarr recibió un clamoroso homenaje en su Viena natal a pesar de las cortapisas que había puesto el ayuntamiento para colocar una lápida en su tumba. Sin embargo, como había nacido un 7 de noviembre, se instauró internacionalmente esa fecha como “el día del inventor”, lo que se ha celebrado hace un par de jornadas. No obstante, los últimos años de la vida de Hedy Lamarr fueron patéticos, con serias necesidades económicas, siendo incluso detenida en varias ocasiones por robar en unos almacenes. “Cuando se ha sido una gran estrella, todo otro estado es pobreza”, escribió. Pero no sufría por ello, porque, según declaró, “aún como carne todos los días”.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_