La generación de Dudamel y Perianes conquista Mozart
El director venezolano y el pianista español actúan juntos tres fechas en Los Ángeles con un repertorio de las últimas piezas de Mozart
Dice Gustavo Dudamel que, antes de decidirse a montar un programa con conciertos para piano de Mozart, quiere asegurarse de que tiene un pianista con el que puede “dar algo”. “No inventarnos algo, no rebuscarnos, sino realmente sentirlo y llevarlo a cabo”. Ese pianista, en este momento, es el español Javier Perianes.
El director de la Filarmónica de Los Ángeles inauguró el pasado fin de semana la temporada con un concierto montado en torno a una fecha: 1791. El último año de la vida de Mozart. Dudamel y Perianes sedujeron al público del Walt Disney Concert Hall durante tres días con un espectáculo de La clemenza di Tito y el último concierto para piano y orquesta de Mozart, el número 27, ambas compuestas en el último año de su vida. Perianes y Dudamel atendieron a EL PAÍS tras la última de las tres actuaciones, el domingo por la tarde.
La llamada la recibió Perianes hace un año, apenas días después de volver a España desde Los Ángeles, donde había hecho una sustitución de última hora. Había sido su primera colaboración, improvisada, con la Filarmónica que dirige Dudamel. “El maestro quiere hacer el último concierto de piano que compuso Mozart. Ni el penúltimo, ni el cuarto”, dice Perianes. “Ellos querían que el pianista de esta semana hiciera ese concierto. Yo no lo había tocado antes. Lo conocía como estudiante”.
No era un experto en el concierto 27 lo que buscaba Dudamel. “Javier es un artista de mucho gusto, de mucho entendimiento del compositor, de la internalización del compositor. Eso hace que la interacción con la orquesta sea natural. Es un músico que escucha, que es extremadamente importante. Él tiene muy fuerte esa herramienta de poder, de escuchar y hacer que le escuchen, es maravilloso”.
El domingo, terminada la actuación, Dudamel explicaba así cómo había sido la experiencia con Perianes en su escenario. “Yo hice el concierto número 20 de Mozart con María Joao Pires hace unos años con la Filarmónica de Salzburgo. Y ese Mozart se me quedó clavado. Era el Mozart ideal. Y cuando hablábamos le dije a Javier: ‘He sentido esa misma sensación de naturalidad. Ha sido realmente una conexión de entendimiento profundo”.
El público de Los Ángeles ovacionó a Perianes puesto en pie. El intérprete respondió con un bis de Chopin (Nocturno Póstumo en Do sostenido menor) sobrecogedor. Lo escogió para contrastar con la alegría del final del concierto 27, afirma. Es emocionante hacer a Perianes hablar de Mozart. Se apasiona cuando te explica que “en Mozart se nota y escucha todo”. “El envoltorio es muy leve. No tienes lugar donde esconder nada. Es una escritura muy simple entre comillas, de leer y de escuchar, pero es de lo más delicado que te puedes encontrar. La transparencia, el ritmo, el color, el estilo, la articulación, los silencios, hay que tenerlo todo en cuenta. Los elementos comunes a cualquier compositor, en Mozart, al ser tan transparente en su escritura, todo se nota con mucha más claridad. Como dijo un gran maestro, con Mozart se te ve todo”.
Acaba de cumplir 39 años hace una semana. A su edad, Mozart había muerto, por poner un ejemplo que viene a cuento. Así que a Perianes le está dejando de gustar eso de que le llamen joven. “Vamos a dejarlo en promesa, pero lo de joven lo quitamos, ¿no?”. Y aun así es joven para estar en los mejores carteles del mundo. “La edad la dice el espíritu que uno tiene por seguir trabajando y descubriendo cosas”. Y sobre su carrera estratosférica, contesta: “Estamos empezando. Yo no aspiro a nada. Ten cuidado con lo que sueñas porque puede hacerse realidad. Mi tendencia es a no soñar demasiado e ir aceptando las cosas como van viniendo”.
Hay un componente generacional en la colaboración de estos dos músicos. Dice Dudamel, de 36 años: “Como artista de esta generación me siento muy orgulloso de encontrarme con un músico con tanta profundidad y tanto gusto como Javier y solo espero volver a trabajar prontísimo con él. Formamos parte de una generación”. Para Dudamel, Perianes es “un emblema consolidado del arte de la música hispana y mundial”.
El domingo a mediodía, en las calles que rodean el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles, se formó un atasco fenomenal. Vino a ser un recordatorio del dominio de los músicos hispanos en la ciudad. A la misma hora que Dudamel y Perianes, en la acera de enfrente Plácido Domingo, director de la Ópera de Los Ángeles, estaba actuando en el Dorothy Chandler Pavillion. Y además, el español Jaime Martín estuvo el sábado dirigiendo la Orquesta de Cámara de Los Ángeles, con el violinista Joshua Bell.
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