_
_
_
_
Libros

El libro, un lazo sólido entre Madrid y Barcelona

“La relación es la más fluida, cómoda y constante de hace años”, asegura un editor

Asistentes a la Feria del Libro de Madrid de 2017.
Asistentes a la Feria del Libro de Madrid de 2017. JAIME VILLANUEVA
Carles Geli

Sin demasiados agravios presupuestarios o de inversiones y con la mitad de la facturación estatal del sector en Cataluña (49,5%), el puente libresco Madrid-Barcelona parece sólido. “Hasta la división territorial la tenemos resuelta desde 1978, cuando ya adoptamos una estructura federal, con siete gremios y no 17”, medio bromea Daniel Fernández, de pasado catalanista (editó la revista L’Avenç) y hoy presidente de la Federación de Gremios de Editores de España. “La relación entre ambos gremios es la más fluida, cómoda y constante de hace años”, asegura, contraponiéndola a la enorme tensión que se produjo en 2007 cuando la cultura catalana fue la invitada de honor a la Feria del Libro de Fráncfort y que entonces sí amenazó con romper la federación o el duelo entre grandes grupos de las dos metrópolis. Hoy se vive en las antípodas, sostiene. Y pone de ejemplo, entre otros, el reciente anuncio, en Barcelona, del secretario de Estado de Cultura, Fernando Baeza, de un protocolo entre ministerio y Generalitat para unificar el sello de calidad de las librerías que otorgaban ambas instituciones por su cuenta.

Más información
Un puente aéreo cultural contra la desconexión política
Todo sobre el desafío secesionista de Cataluña
Madrid y Barcelona se mezclan en las tablas
“No noto grandes diferencias culturales, al menos en el cine”

“Creo que nunca había tenido más autores de Madrid o afincados en ella que ahora: en los últimos años se han añadido Marta Sanz, Luis G. Martín, Javier Montes…”, recita desde Barcelona el presidente de Anagrama, Jordi Herralde, que, desde hace 11 años, cada primer fin de semana de la Feria del Libro de Madrid cena con sus autores firmantes en casa de su distribuidor de siempre, Machado Libros, y no recuerda “crispaciones o comentarios especiales sobre el proceso; eso se da más en la esfera política que en la cultural, los escritores acostumbran a ser personas civilizadas”. En lo práctico, no ha detectado estos últimos tiempos ni disminución de ventas (“por suerte, esto no es el sector del cava”) y hasta constata en lo personal su elección, hace dos años, como miembro del patronato de la Biblioteca Nacional. Y la prueba del nueve del momento en el sector: la “excelente acogida, por reseñas rápidas y buenas” que están teniendo los autores de los premios Anagrama en catalán en la prensa estatal.

“En esta última Feria de Madrid nos pedían libros de Miquel Martí i Pol y de Joan Margarit en catalán y del de Pere Calders, en su versión en castellano, nos han escrito desde Andalucía elogiando su descubrimiento… Viajo mucho a Cataluña porque es zona importante de ventas y ni en un sitio ni en otro detecto rupturas o boicots”, señala Diego Moreno, fundador de Nórdica, sello madrileño que edita también en catalán desde 2008. “Al menos publico un libro al año de un autor catalán poco conocido en el resto del Estado y en toda la cadena del sector he hallado nunca reticencia alguna; las tensiones me parecen artificiales”, dice quien recuerda que por Cosas aparentemente intrascendentes y otros cuentos, el libro de Calders, “recibimos una subvención por la traducción del ministerio de Cultura”.

“Eso es una singularidad porque la presencia de la literatura en catalán, ni tan siquiera en sus clásicos, es sorprendentemente baja fuera de Cataluña: sólo hay que ver qué y cuánto se traduce y cuánto se compra”, mantiene, sin embargo, Laura Huerga, editora de la barcelonesa Raig Verd / Rayo Verde, que publica en catalán y castellano. “Falta exploración y acercamiento en general a nuestra literatura, un intercambio cultural que el ministerio debería fomentar con líneas de ayuda específicas a la traducción de las otras lenguas del Estado al castellano”, sostiene. Huerga viaja, al menos, dos veces al año a Madrid: “Claro que el tema sale en las comidas del sector, pero en el tú a tú, las posturas son más comprensivas, no hay la crispación de los políticos, lo que les deja en evidencia”.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_