En la carretera con Richard Clayderman
Basada en una novela juvenil de Wolfgang Herrdorf, la película es una comedia ligera y adolescente
GOODBYE BERLIN
Dirección: Fatih Akin
Intérpretes: Tristan Göbel, Aniya Wendel, Justina Humpf, Paul Busche.
Género: comedia.
Alemania, 2016
Duración: 93 minutos.
¿Cómo reaccionaría Wim Wenders ante la posibilidad de una road movie alemana cuyos protagonistas emprendiesen su viaje de autodescubrimiento a los sones azucarados de Richard Clayderman? Quizá con la misma hostilidad con la que, en Goodbye Berlin, un profesor recibe la redacción del protagonista, en la que este habla sin dolor, pero sin tapujos, del alcoholismo de su madre. Basada en una novela juvenil de Wolfgang Herrndorf, la película es la comedia, ligera y adolescente, con la que Fatih Akin intenta resarcirse del chaparrón crítico que le cayó por su discutible manejo de las palabras mayores —la memoria del genocidio armenio— en su anterior El padre (2014).
Goodbye Berlin no se arruga ante el deber de poner en movimiento una serie de insistentes tópicos en la especialidad del relato de iniciación juvenil de última hora: hay aquí dos desclasados del régimen de afectos y popularidades de instituto que se convertirán en contrastados compañeros de viaje a bordo de un coche robado y que, por el camino, hallarán alguna que otra complicidad, al tiempo que irán descubriéndose en sus respectivas otredades. La narración en primera persona posibilita puntuales difuminaciones de la frontera entre lo real y lo imaginario –el tiroteo del padre y su amiga, el idealizado acercamiento de Tatjana, objeto de deseo romántico del protagonista, ofreciendo la invitación a su cumpleaños- que Akin ejecuta con rutinario automatismo, lejos de toda estilística libertad de vuelo.
Con nueva película en la selección oficial del festival de Cannes –Aus Dem Nichts, protagonizada por Diane Kruger y con el terrorismo como telón de fondo de su propuesta dramática-, Akin ha compuesto con Goodbye Berlin su particular película picnic: una propuesta ligera ideal para tomarse unas vacaciones de sí mismo, que, si bien no descubre nada nuevo bajo el sol, cumple decentemente sus modestos objetivos.
Babelia
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