Una misa en la lona
Que Gyllenhaal y Forest Whitaker se entreguen a sus arquetipos como si fueran lo mejor que les ha pasado en sus carreras habla bien de su profesionalidad
REDENCIÓN
Dirección: Antoine Fuqua.
Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Rachel McAdams, Forest Whitaker, Oona Laurence.
Género: drama. Estados Unidos, 2015
Duración: 124 minutos.
Southpaw, título original de este décimo largometraje de Antoine Fuqua, previo a su vapuleada y discutible Los siete magníficos (2016), es un término pugilístico que alude a la posición comúnmente adoptada por los boxeadores zurdos. Resulta más interesante que la propia película la historia que se esconde tras la elección de este título: su guionista, Kurt Sutter, en su primer trabajo para el cine tras escribir episodios de The Shield y crear Hijos de la anarquía, planteó el proyecto como pintoresca secuela de 8 millas (2002) de Curtis Hanson. Es decir, se trataba de retomar la crónica de la vida de Eminem, solo que ahora la estrella del hip-hop, que iba a asumir el papel principal, se habría reconvertido en un metafórico boxeador zurdo. Según Sutter, ser un rapero blanco supone tenerlo todo tan en contra como un boxeador zurdo.
Redención, el nuevo título, se ajusta, más como un guante de seda que como uno de boxeo, al tipo de película, mecánica y escrupulosamente fiel al cliché, que esto ha acabado siendo. El cuadrilátero aquí –y en tantas otras películas previas que han nutrido esta mitología- es el templo donde el héroe americano muerde la lona de su autodestrucción para renacer, fortalecido, como el ave Fénix. Las primeras imágenes son, pues, las de una liturgia: el púgil vendándose ritualmente las manos ante la mirada de los inspectores. Y el resto, un discurso tan codificado como una misa, símil reforzado por el hecho de que Jake Gyllenhaal encarne al tipo de boxeador que, tras el combate, queda hecho, directamente, un cristo, para alarma de sus seres queridos.
Que Jake Gyllenhaal y Forest Whitaker se entreguen a sus arquetipos como si fueran lo mejor que les ha pasado en sus carreras habla bien de su profesionalidad, pero no contiene el soberano aburrimiento
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.