Orson Welles: el viento sopla de nuevo
Habría sido más sensato producir un documental que incluya las secuencias en bruto en el turbulento contexto de la producción
La noticia de que Netflix financiará la finalización de The Other Side of the Wind culmina el largo y tortuoso periplo que ha acompañado al último largometraje de ficción rodado por Orson Welles. Sus orígenes se remontan a un proyecto gestado en España, en 1966, con el título de The Sacred Monsters. Posteriormente cambió su ambientación en el mundo del toreo por el del cine pero siempre con la sombra de Hemingway y su suicidio como referentes. A continuación se incorporó John Huston como protagonista y Oja Kodar como epicentro de un filme dentro del filme con evidentes resonancias de Zabriskie Point y de la modernidad de los años 70. De hecho, la parte esencial del rodaje se produjo en Carefree (Arizona) en una mansión vecina a la que había utilizado Antonioni. El resto se filmó en España y Francia, a salto de mata, como el cineasta nómada en el que Welles se había convertido trabajaba desde hacía años. Su socio era el cuñado del Sah de Persia y cuando el filme se interrumpió durante el montaje de un 90% del material que debía rodarse, comenzó un largo litigio que Oja Kodar prosiguió tras la muerte de Welles, en 1975.
Desde entonces, The Other Side of the Wind ha sido una de las piezas más cotizadas en su extensa serie de proyectos inacabados. Han surgido diversas tentativas para finalizarlo y parece que la financiada por Netflix será ahora la definitiva. ¿Qué es lo que el público verá, finalmente, en la pantalla? Evidentemente, no será una “restauración”, ya que Welles no montó más que 40 minutos y el “original” no existe. Hay materiales suficientes y testigos de primera mano, como Peter Bogdanovich o Frank Marshall, para “reconstruirlo” pero, de ser así, la siguiente pregunta es: ¿hay alguien capaz de suplantar al director de Ciudadano Kane en sus habilidades como montador? La experiencia de Jesús Franco con Don Quijote lo desmiente pero, aún y así, The Other Side of the Wind verá la luz como el filme que, supuestamente, Welles habría querido realizar. Comparto las ilusiones para que este proyecto tenga un final feliz pero, habiendo visto los materiales de trabajo, creo que habría sido más sensato producir un documental que incluya las secuencias en bruto en el turbulento contexto de la producción, rodaje e intentos de reconstrucción. Una historia que, sin duda, da para una gran película.
Esteve Riambau es director de la Filmoteca de Catalunya y experto en Orson Welles
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