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‘Parkett’, la revista referencial del arte, cierra por los hábitos digitales

La desaparición de las librerías independientes es otra de las razones, según su editor suizo

Portada del último número, el 99, de la revista.
Portada del último número, el 99, de la revista.

La noticia ha caído como una bomba en el mundillo del arte contemporáneo. Bice Curiger, fundadora y coeditora de Parkett, ha anunciado por medio de un comunicado de prensa en la web de la revista pondrá fin a su existencia con una última edición en papel – la número 100 – que será publicada este verano.

“Las principales razones tras la desaparición de nuestra publicación residen en los nuevos hábitos de lectura que privilegian lo digital sobre el papel y la progresiva desaparición de librerías independientes en todo el mundo. Estas eran el espacio de venta de la revista, ya que no podía conseguirse en quioscos o tiendas de prensa al uso”, comenta Dieter von Graffenried, coeditor de Parkett.

Von Graffenried explica a este diario que la costumbre de leer online de forma gratuita hace que sea imposible mantener intactos a sus lectores. “Parkett es un libro, un objeto analógico de 1.5 kilos diseñado página a página. Y nos damos cuenta de que los lectores han abandonado radicalmente este mundo analógico y pasan casi todo su tiempo en el universo digital. Creemos que de momento no existe un modelo de negocio viable para Parkett en este mundo digital”, analiza.

Parkett nació en 1984 con la vocación de “crear un puente entre Europa y Estados Unidos”. De hecho, aun hoy mantiene redacciones a ambas orillas del Atlántico, en Zúrich y Nueva York. A lo largo de sus 33 años de historia la publicación ha destacado por dar carta blanca a algunos de los mejores artistas de su tiempo, incluidos sus textos y reflexiones sobre la creación. La revista ha colaborado estrechamente con instituciones como el MoMA de Nueva York, o el Centre Pompidou de Paris.

Un hecho diferencial es que privilegiaba los monográficos con el fin de profundizar en la obra de artistas desconocidos en su momento y les presentaba ante el público americano y europeo. Tampoco trabajaba con periodistas profesionales, sino que pedía colaboraciones específicas a quienes consideraba más competentes en cada campo. Parkett se editaba con un tiraje de 11.000 ejemplares dos veces por año y se distribuía en 60 países a un precio de venta de 52 euros.

Bice Curiger es una figura central del mundo del arte suizo. Además de su trabajo como coeditora de Parkett es directora de la Fundación Van Gogh de Arles, función en la que continuará trabajando. Por su parte, la editorial seguirá publicando libros de arte y espera poner online la integridad de 1.500 artículos y entrevistas con más de 250 artistas.

Pero Parkett tiene también con una conexión española. La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Cuenca cuenta con las 260 obras exclusivas de la colección creada por artistas para la revista. “Esta colección es casi única en el mundo, y puede ser visitada con previo aviso”, precisa von Graffenried.

Tras la publicación de su último número, “Parkett” planea organizar dos mesas redondas en Berlín y Nueva York con actores relevantes del sector para explorar cuáles serán las nuevas plataformas donde debatir la creación artística de nuestro tiempo en un entorno digital. La pregunta que se hace Bice Curiger junto a sus socios Dieter von Graffenried y Jacqueline Burckhardt, es si puede existir un análisis profundo del arte usando solo Internet como herramienta. 

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