Una multitud se moviliza para asistir a la cita rockera más importante de Argentina

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Neveras portátiles, botellas de todo tipo, tatuajes, autos y camiones embanderados o, directamente, pintados. Son los objetivos que por estas horas acaparan las lentes de cámaras y móviles de televisión. “Las bandas”, tal como se le llama a los seguidores del grupo de rock Patricio Rey sus sus Redonditos de Ricota salieron a la carretera desde el jueves (algunos, incluso, desde algunos días antes) para llegar a la cita esperada: el show que este sábado brindará el Indio Solari, exlíder de la banda disuelta en 2001 y mito viviente del rock argentino. Esta vez tocará junto a su banda Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado en la ciudad de Olavarría (a 355 kilómetros de Buenos Aires) y se espera una concurrencia aún mayor que hace un año en Tandil (a casi 400 kilómetros de Buenos Aires), donde congregó a casi 200.000 personas. Allí fue donde anunció que el mal de Parkinson lo aqueja, razón por la cual muchos creen que este será su última presentación. El evento será custodiado por 900 policías y 1.300 guardias privados que fueron contratados por la producción.

Esta historia comenzó el 16 de agosto de 1997. El entonces intendente de Olavarría, Helios Eseverri, canceló en forma sorpresiva los dos shows programados por "los Redondos", como se conoce popularmente a la banda liderada por Solari y considerada por muchos la más convocante del rock argentino. Los fanáticos que ya estaban allí y se enteraron de la particular justificación del jefe comunal, quien dijo que las presentaciones del grupo “suelen ser seguidas por episodios de violencia y desorden de sus fanáticos”, estallaron. Entonces, Solari y sus compañeros tuvieron que hacer algo que nunca les gustó: salir en TV para dar una rueda de prensa que calmara los ánimos. “Ustedes saben que nos vamos a volver a encontrar en un lugar con una hospitalidad mejor, pero no culpemos a toda la gente de Olavarría por esto, porque recibimos muchas muestras de cariño de muchas personas”, dijo el Indio en aquella oportunidad. Y vaya si tenía razón.

El actual intendente de Olavarría se llama Ezequiel Galli y tiene 36 años. Es tal vez quien más trabajó para que el artista vuelva a la ciudad, ahora, con nueva banda y un público con mucho más recorrido que el de otrora. Fue quien ordenó la adaptación del predio rural La Colmena, un espacio de 600 por 300 metros en el que se instaló un inédito sistema de sonido, con 15 torres de parlantes, pantallas LED y luces. “A partir de hoy por la mañana, 900 policías de la provincia patrullarán por fuera del predio. La Colmena será vigilada a través de cámaras de seguridad alrededor, en el interior y en los 10 accesos por donde ingresará la gente, a 500 metros del escenario. Además, la productora contrató a 1300 personas de seguridad privada, 100 trabajadores de la salud -médicos, paramédicos y enfermeros- divididos en 10 puestos sanitarios y 18 ambulancias, para no saturar las instalaciones del hospital municipal donde ya duplicaron el personal para el fin de semana”, confirmó Galli al diario La Nación. Además, habrá más de 1.000 baños químicos tanto dentro como por fuera del campo.

Es que las “misas ricoteras” siguen generando un halo riesgo entre los que concurren, pero mucho más entre los que no lo hacen y ni siquiera entienden de qué se trata. Incluso, el propio Solari hizo correr un mensaje por medio de uno de sus interlocutores, el escritor y periodista Marcelo Figueras: “Hago mías las palabras de un amigo dilecto, referidas a la inminente fiesta en Olavarría. Quienes vayan a ver al Mister no pequen de inocentes. Cuiden a quién tienen al lado. Este es un momento especial. Hay intereses oscuros que con pocos miembros pueden alterar la fiesta. A bailar y cantar es a lo que vamos y eso haremos”. Y cerró: “El sábado, a cuidarse y a cuidar de quienes nos rodean, aunque no los conozcamos. Cierta gente de mierda (debería puntualizar: PODEROSA gente de mierda) se regodearía si alguien sale lastimado. No le demos el gusto”.

El peligro más certero es la ruta y dan cuenta de ello los antecedentes. Para ello, la Agencia Nacional de Seguridad Vial desplegó un operativo especial para monitorear el tránsito sobre las rutas nacionales 3, 5 y 205, por donde llegarán los fanáticos a la ciudad que agotó sus 1.400 plazas hoteleras desde hace varias semanas. Recomiendan, entre otras cosas, usar cinturones de seguridad, no exceder las velocidades permitidas y conducir descansado y sin haber ingerido alcohol. Pero sobre todo, recordar que la fiesta empieza al salir de casa y no al llegar a destino.