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Crítica | 9 meses
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El triángulo inesperado

De una sencillez expositiva que, por certera, acaba encontrando el territorio de la complejidad, la película de Senez no inventa nada

Imagen de '9 meses'.
Javier Ocaña

9 MESES

Dirección: Guillaume Senez.

Intérpretes: Kacey Mottet Klein, Galatéa Bellugi, Laetitia Dosch, Corentin Lobet.

Género: drama. Bélgica, 2015.

Duración: 95 minutos.

Dos críos de 15 años que se quieren. A su manera, la de los 15 años. Quizá no haya otra mejor. Sin freno. Y, claro, a veces, el drama, o quizá la ilusión: el embarazo. Ilusión dramática, dramática ilusión. Lo hemos visto a nuestro alrededor toda la vida, en parejas de chavales zumbados, y en parejas de chavales cabales. Pese a la información, parece inevitable, y el belga Guillaume Senez, en su debut en el largometraje, lo muestra con dulzura dramática en la notable 9 meses, el recorrido por un camino desconocido de dos adolescentes a los que se les ha echado la vida encima.

De una sencillez expositiva que, por certera, acaba encontrando el territorio de la complejidad, la película de Senez no inventa nada. Hasta casi el final, no hay giros extemporáneos o sorprendentes, tampoco actitudes fuera de norma. Y justo por eso es tan cercana, con la sempiterna posibilidad del aborto. La crónica realista de un tortuoso y feliz proceso de extrañamiento. Con su caídas y sus reproches, con sus ataques de madurez y sus infartos de espontaneidad. Y a través de una puesta en escena en la que destacan sus tranquilos primeros planos de la pareja, en los que el tiempo parece detenerse. Para bien.

Verosímil de principio a fin en todos sus aspectos, incluso en el del fútbol que practica el chico (menudo porterazo es el magnífico Kacey Motter Klein, al que ya habíamos disfrutado en Cuando tienes 17 años), 9 meses guarda para el (pen)último instante el mejor momento de la película: un plano fijo del rostro de ella que hiela la sangre por lo que ocurre a su alrededor. O el imposible proceso de transformación de un niño en un hombre.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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