Alejandro Sanz: “Me tuve que recluir porque no entendía el éxito”
El cantante rememora para EL PAÍS el disco 'Más', que incluía 'Corazón partío'
¿Quién no ha tarareado el estribillo de Corazón partío? ¿Quién no reconoce la voz rasposa y cálida de Alejandro Sanz? ¿Quién no se ha entregado alguna vez a sus emociones? Aquella canción fue el mascarón de proa de un disco redondo que marcó un hito en el pop, Más. No sólo por los seis millones de ejemplares que se vendieron sino por la permanencia de la música que contiene. Y ahora, con motivo del 20 aniversario de su publicación, Alejandro Sanz (Madrid, 1968) revivirá todas aquellas emociones en un gran concierto que se celebrará el 24 de junio en el estadio Vicente Calderón,
Por este motivo, el cantante ha recordado para EL PAÍS, por correo electrónico, aquel disco y aquella época y cómo influyó el éxito en su vida de músico, crecido en los barrios madrileños de Pueblo Nuevo y Moratalaz.
Pregunta. ¿Esperaba el éxito descomunal que cosechó con el disco?
Respuesta. Nunca, para mí hubiera suficiente con poder vivir de la música y poder dedicarme a ello, simplemente con poder comunicarme. Nunca lo esperé, incluso cuando empecé a tener éxito con el primer disco siempre consideré que mi éxito era un éxito tranquilo. No me gustaban mucho los aspavientos, no me gustaba demasiado todo lo que rodeaba al éxito, la parte esa de la fama.
P. ¿Le pesó ese éxito alguna vez en estos años?
R. Hubo un momento, al principio, en el que sí me pesó. De hecho, me tuve que recluir en Sanlúcar de Barrameda, en una casa durante varios meses porque no entendía muy bien lo que conlleva el éxito, qué es la fama. No sabía manejarla muy bien. No entendía que la gente pudiera juzgarte y opinar sobre todo lo que hicieras sin conocerte. Eso me costó poder asimilarlo y comprenderlo, después me acostumbré y entendí que hay una parte de la fama que se puede utilizar en beneficio de todos, que es muy productiva a la hora de ayudar a los demás y alguna vez que otra sirve para conseguir mesa en un restaurante, que tampoco está mal.
P. ¿Qué siente cuando escucha Más 20 años después?
R. Siento que es un disco que está muy bien hecho, realmente mereció mucho la pena el trabajo que hicimos todos los que estuvimos involucrados, con la dirección de Emanuele Ruffinengo y de Capi. Una producción en la que yo aprendí realmente a producir y lo que era involucrarse de pleno en el disco hasta el mínimo detalle. Trabajamos exhaustivamente en ese disco para conseguir lo que ha terminado siendo un disco que marcara un antes y un después en la música hispana.
Yo siento que hoy escuchando aquellas canciones musicalmente no se les puede poner un pero, hay un trabajo increíble. No por nada es un disco que se estudia en las escuelas de música y para los músicos fue un lenguaje en el que nos encontramos y pudimos tener conversaciones emocionales maravillosas.
P. ¿Piensa tocar, como hacen otras estrellas internacionales, el disco en el mismo orden en el que fue grabado?
R. Pues no lo había pensado hacer, pero lo consideraré... El objetivo es tocar todas las canciones del disco Más y hacer un repaso por todas las canciones que son importantes en mi carrera de casi todos los discos. Creo que son importantes y son las hermanas de las canciones incluidas en Más y además sé que para mucha gente significan mucho. Todas crecieron de la mano de las canciones de Más.
P. ¿Qué ha ganado y qué ha perdido en estos años Alejandro Sanz?
R. Posiblemente he perdido algo de “poca vergüenza”, porque al principio era capaz de hacer un concierto de dos horas con 10 canciones, haciendo versiones de mis propias canciones… Sin ningún tipo de pudor... Pero he ganado mucha seguridad, mucha experiencia, sé salir más fácilmente de un problema en un escenario que de un problema en una cena por ejemplo… Y esa seguridad me la ha dado el paso del tiempo.
P. ¿Cuál es la anécdota más divertida/insólita/ridícula asociada con Más que nunca contó?
R. Hay una anécdota muy graciosa paseando con Capi por Venecia. Estaban entrevistando a un personaje que debía ser bastante importante y poderoso y tenía un aspecto un poco raro. Capi le hizo una foto, ellos se dieron cuenta y le pidieron que la borrara. Capi se negó y la discusión fue subiendo de tono hasta llegar incluso los carabinieri. La verdad es que hubo muchas anécdotas pero me las guardo para poder contarlas en las cenas con amigos...
Babelia
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