El mecenas Plácido Arango dona 29 pinturas al Bellas Artes de Asturias
Las obras, fechadas entre el siglos XV y XX , se conocerán a finales de enero
Cuando el pasado año se dio a conocer la donación de 25 obras maestras al museo del Prado por parte del empresario y mecenas Plácido Arango (Tampico, México, 1931), ya se estaba gestando la segunda gran donación por parte del filántropo de origen asturiano. Esta vez el regalo es para el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo, y consiste en, nada menos, que 29 pinturas de 28 artistas españoles entre los siglos XV y XX; arte antiguo y contemporáneo se funden en un grupo de obras cuyo detalle no se podrá conocer hasta que el Patronato de la institución se reúna y acepte formalmente esta concesión que el director del museo, Alfonso Palacio, califica de acontecimiento histórico y trascendental para la vida del Principado.
Plácido Arango formalizó la entrega el pasado martes ante el presidente del gobierno autónomo, el socialista Javier Fernández. La intención del empresario ha sido homenajear a sus padres, nacidos en Asturias, Jerónimo Arango Díaz y María Luisa Arias Fernández. Y por ahora no está entre los planes inmediatos del donante ceder nuevas obras. “En el caso del Prado fue por mi vinculación emocional y personal a este gran museo. Y Asturias es la tierra de mis orígenes, quería así homenajear a mis padres”.
Alfonso Palacio ha participado junto a Javier Barón, asturiano y jefe del Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Prado en la selección de las obras, un trabajo que se ha prolongado durante año y medio, en el que han colaborado con el empresario Arango. Palacio asegura que las obras elegidas son esenciales tanto por los autores inéditos que hasta ahora no estaban representados en la colección asturiana como por las que se añaden de los que ya tenían presencia en el museo.
El Bellas Artes de Oviedo, inaugurado en 1980, cuenta con unos fondos que superan las 15.000 piezas. Desde su ampliación en 2015, por el equipo de arquitectura de Francisco Mangano, el número de visitantes han alcanzado los 90.000 al año.
Tal como ocurrió en el caso de la donación al Prado, Plácido Arango no ha establecido ninguna contrapartida, salvo el derecho al usufructo vitalicio. Palacio incide en que la generosidad ha sido extrema y recuerda que el expresidente del Patronato del Prado y de la Fundación Príncipe de Asturias ya entregó en 2006 una importante obra de Darío de Regoyos. “No ha planteado ninguna exigencia en ningún sentido. Elegante y discreto siempre, ni siquiera es partidario de que su nombre aparezca en las salas del museo”.
La curiosidad general se podrá satisfacer en la exposición que con la mayor parte de las obras se organizará en el palacio de Velarde, una de las tres sedes del museo, después de que el Patronato acuerde aceptar las pinturas. El director señala que al menos tres de ellas, debido a su gran formato, no se colgarán en el palacio de Velarde, pero se podrán ver fundidas con la colección permanente en la zona de ampliación del museo.
Respecto a la valoración económica del conjunto pinturas, Palacio asegura sentirse incapaz de facilitar ninguna cifra. “Son obras que no están en el mercado”, argumenta. “Su valor es incalculable. Algo así, no tienen precio”
En este año que acaba con este regalo para la institución, Alfonso Palacio está especialmente satisfecho porque esta misma semana se ha conocido también que el proyecto de ampliación realizado por Francisco Mangado es finalista para el premio de arquitectura contemporánea Mies van der Rohe, que conceden la Comisión Europea y la Fundación Mies van der Rohe. La ampliación ha sido anteriormente galardonada con el Chicago Athenaeum 2016 y el reconocimiento a la excelencia por el Royal Institute of British Architects (RIBA).
Alicia Koplowitz: de Zurbarán a Rothko
La colección de Alicia Koplowitz (Madrid, 1953) es una de las más importantes y menos conocidas por el público. El 3 de marzo, el museo parisino Jacquemart-André mostrará una selección de 53 piezas, entre esculturas, pinturas y dibujos de 34 artistas, agrupadas bajo el título De Zurbarán a Rothko. Colección Alicia Koplowitz - Grupo Omega Capital. En el recorrido se verán obras de Luis de Morales, Zurbarán, Pantoja de la Cruz y Francisco de Goya; dos vistas de Madrid de Antonio Joli junto con vedute de Canaletto y Francesco Guardi. De finales del siglo XIX se exhibirá una naturaleza muerta de Van Gogh, Mujeres al borde del río de Gauguin y La Liseuse de Toulouse-Lautrec.
De las primeras décadas del siglo XX sobresalen tres picassos: un dibujo al carboncillo de 1900 y dos óleos de 1906 y 1921. Hay además obras de David Smith, Giacometti, Louise Bourgeois, Antoni Tàpies, Antonio López, Miquel Barceló, Lucian Freud, Willem de Kooning y Mark Rothko.
Babelia
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