Jorge Volpi: “México es quijotesco, tiene algo de loco, de demencial”
El director del Festival Cervantino asegura que el certamen hablará de la "insoportable" realidad del México actual
El Cervantino viene contagiado de la locura que se aprecia en la obra más laureada de Miguel de Cervantes: Sancho Panza se convertirá en un gobernador de México y Don Quijote acudirá a una fiesta de narcotraficantes. Un certamen, en el que además de las obras clásicas del dramaturgo y novelista castellano, se trasladará a la ciudad mexicana de Guanajuato la versión “más cercana y viva” del escritor, comenta el escritor Jorge Volpi, director del festival.
Desde este domingo y hasta el próximo 23 de octubre se cumplirá el sueño que el autor de Las Novelas ejemplares nunca vio hecho realidad: viajar a América. El Cervantino lo traslada a México en una edición que Volpi reconoce como la más importante del periodo que lleva como director. Será el mayor de los homenajes que se le realice al escritor este año, cuando se conmemora el 400 aniversario de su muerte.
Pregunta. ¿Es este el gran homenaje que faltaba por ofrecerle a Cervantes en este aniversario?
Respuesta. Es el homenaje más grande e importante que se le hace en el mundo y cuenta con un programa ambicioso y amplio que reúne a todas las disciplinas artísticas. Es la clara demostración de que cuatro siglos después Cervantes sigue vivo.
P. Esta edición lleva por nombre Cervantes 400, de la locura al idealismo ¿Tiene algo de loco este festival?
R. Don Quijote es un cuerdo loco y un loco cuerdo. Y esa locura se va a reflejar en muchos de los espectáculos que tenemos. Hay propuestas arriesgadas como un Don Quijote representado por la ópera de Pekín, una obra en la que llega a una fiesta de narcotraficantes y otra en la que Sancho Panza se convierte en gobernador.
P. El Quijote carga el peso de ser la lectura obligatoria en las escuelas ¿Fue difícil hacer atractivo a Cervantes?
La realidad del México actual es muy insoportable Jorge Volpi
R. Esta fue una de mis mayores preocupaciones. Siempre me ha parecido terrible que los clásicos terminen por convertirse en una figura de mármol, lejana y, para colmo, obligatoria. De ahí que quisiéramos mostrar, además de la muy amplia tradición de obras que hay en torno a la figura de Cervantes, interpretaciones mexicanas actuales de su literatura y actividades para llegar a los jóvenes.
P. Comentó que el Festival tratará de transformar el México violento. ¿De qué manera puede ayudar Cervantes?
R. El festival ha evitado siempre acabar aislado en un Guanjuato en paz, frente a un México mucho más complicado, violento, desigual y en crisis económica. Queremos que el Cervantino dialogue sobre lo que está pasando en el país y el Quijote, estuviese cuerdo o no, tenía un código moral que sigue haciendo falta actualmente: buscaba la justicia.
P. ¿México tiene algo de quijotesco?
R. Este país es quijotesco porque hay algo de loco y demencial en todos esos Méxicos distintos y contrastantes que conviven y se entremezclan. Además, hay muchos ciudadanos que poseen valores como el de Don Quijote que luchaba por cambiar las cosas. De la misma manera que Alonso Quijano no soportaba la realidad de su tiempo porque le parecía violenta y pedestre, la de México actualmente es muy insoportable.
El Cervantino cumple el deseo de Cervantes de viajar a América Jorge Volpi
P. ¿Este festival mexicaniza la figura de Cervantes?
R. Cervantes también es mexicano, ya está arraigado por completo en el país. Este festival cumple su anhelo de viajar a América. Nos gusta imaginar que hubo varias ocasiones en las que Cervantes pidió permiso al Consejo de Indias para venir a este continente.
Babelia
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