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Columna
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‘Temple castle’

Nos mandaron a la academia nocturna, a aprender el inglés, que es de gran porvenir, como decía la canción de Topo, y acabamos hablándolo por defecto

Sergio del Molino

Hacemos noche en un pueblo mesetario con castillo. Templario, el castillo. Si un castillo español no es templario es menos castillo. Parece templario del siglo XIX, le digo a mi pareja, porque toda la Edad Media de España es del siglo XIX, se la inventaron unos señores con levita. El castillo está reformado para entrar a vivir, lo que complace a los visitantes de audioguía, que sin duda han leído muchas novelas de templarios y aprueban el buen gusto de la restauración. Como soy torpe y lento, me cuelo en sus selfis y frustro sus encaramamientos a las almenas, por lo que me tocan en el hombro para que me aparte y me dicen sorry o excuse me.Cuando les respondo en el castellano rotundo y casi medieval que gasto, se sorprenden, pero más me sorprendo yo de la forma espontánea que tienen de usar el inglés en ese pueblo mesetario.

Me fijo en que no me sucede solo a mí. Todo el mundo se dice sorry y excuse me, aunque nadie es extranjero. Sorry, dice una chica con acento catalán a una pareja de jubilados que están haciéndose una foto, que le contestan que no se preocupe con acento murciano. Ups, excuse me, dice una mujer (a la que he oído reñir a su hijo en gallego) a un hombre que bloquea la puerta del servicio de señoras y que pide perdón a su vez con un acento que parece de Sevilla. Observo que las señales que guían la visita están también en inglés. This way. Visit continues upstairs. Llevamos mucho tiempo ya en el pueblo y no nos hemos cruzado con extranjero alguno, así que empezamos a pensar que nos hemos colado en un rodaje de José Luis Cuerda. Estamos en el Londres de Total. Londres, provincia de Soria.

Por la noche, tras cenar Iberian ham con Duero Riverside red wine, comprendo que lo que le pasa a ese pueblo con temple castle es una metáfora de lo que le pasa a España entera: se cree mucho más cosmopolita de lo que nunca ha sido. Nos mandaron a la academia nocturna, a aprender el inglés, que es de gran porvenir, como decía la canción de Topo, y acabamos hablándolo por defecto. Are you OK?, me pregunta mi pareja al verme abismado en mis reflexiones. Sure, sure, le contesto, I'm totally OK. I'm really having a good time.

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Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

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