Alias: Luis Sepúlveda

Alias: Luis Sepúlveda

Especialidad: dejar en evidencia lo sencillo que es el intrincado comportamiento humano.

Armas favoritas: la nostalgia, la lealtad, la persistencia, y la militancia sin fecha de caducidad.

Historial: con Un viejo que leía novelas de amor enamoró un planeta. Con Patagonia Express nos trajo el viento del fin del mundo, que es quizás donde el mundo empieza. Con las Memorias de un killer sentimental nos recordó que los duros también lloran. Su Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar volvió niños a demasiados viejos prematuros. Con Últimas noticias del Sur demostró que un libro de viajes puede ser también un alegato y una obra de arte. Ahora vuelve con una de esas fábulas "para niños de 8 a 88 años", en la que nada es inocente ni lo quiere ser. En Un perro llamado Leal utiliza los dardos de la narración oral para hablar del escándalo de la discriminación de los indios mapuches y recordarnos que a veces no llegamos a la altura moral del chucho más humilde.

Su crimen perfecto: “Planeo el crimen perfecto, pero primero debo eliminar a los posibles testigos. Es un molesto detalle, pero en eso estoy”.