Lotte Reiniger, pionera en el cine de animación

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Lotte Reiniger (Berlín, 1899 - Dettenhausen, 1981) fue pionera en el cine de animación. Mucho antes de que Walt Disney comenzara su andadura en Hollywood sorprendiendo a todos con sus dibujos de animación, esta joven alemana creó el primer largometraje de dibujos animados. Se llamó Las aventuras del príncipe Ahmed y se estrenó al principio de los años veinte del siglo pasado. Google homenajea este jueves el 117º aniversario de su nacimiento dedicando uno de sus famosos doodles a quien fue la creadora de la primera película de dibujos animados.

Charlotte Reiniger, a quien cariñosamente llamaban Lotte, nació el 2 de junio de 1899 en Berlín-Charlottenburg, en una familia de clase media. Desde pequeña se sintió atraída por las sombras chinescas, y ella misma construía sus propios personajes, a los que hacía desfilar por un teatro casero.

Admiradora de las películas del cineasta francés George Méliès y del director alemán Paul Wegener, Lotte Reiniger pronto supo que quería dedicarse al mundo del cine. Ingresó en la compañía de teatro de Wegener, y comenzó a trabajar en los rótulos y en los decorados de las películas.

Tras ser admitida en el Instituto de Innovaciones Culturales de Berlín, Lotte Reiniger aprendió nuevas técnicas de animación y realizó su primera película de siluetas, El ornamento del corazón enamorado, estrenada en 1919. También conoció allí al que fue su marido, Carl Koch, también director de cine y con quien compartió muchas producciones. 

Sus estudios y su experiencia le hicieron un hueco en el mundo del cine animado alemán. Además de participar en numerosas películas junto a su marido, Lotte Reiniger realizó algunas colaboraciones, por ejemplo, en la película Los Nibelungos de Fritz Lang.

Pero no fue hasta 1923 que consiguió crear la primera película de animación de la historia, Las aventuras del príncipe Achmed. Fue gracias a un rico banquero judío, que le ofreció financiar el largometraje a cambio de dar clases a sus hijos. Lotte Reinigier tardó tres años en terminar la cinta, en la que recogía distintas historias de Las Mil y una Noches. 

Lotte Reiniger empleaba una particular técnica de animación, con un toque de teatro oriental. Utilizaba miles de siluetas de papel recortadas. El proceso de creación era laborioso, consistía en ir moviendo ligeramente las figuras y en sacar una foto de cada movimiento. 

Las siluetas que creó le permitieron mantenerse hasta la década de los setenta entre los grandes del cine de animación, junto a las poderosas productoras Disney o Warner. Casi un siglo después, Lotte Reiniger sigue inspirando a animadores y a artistas.