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Biblioteca de héroes y mártires

De 'El eternauta' a 'La república posible', de 'Alambres' a 'La voluntad'; un recorrido por los libros imprescindibles de los 40 años de dictadura y sus consecuencias

Imagen de 'El Eternauta', de H. G. Oesterheld y Francisco Solano López.
Imagen de 'El Eternauta', de H. G. Oesterheld y Francisco Solano López.

Todo amante de los libros ansía componer una biblioteca en la que quepa el mundo entero. Esa ambición ─inagotable─ vale como sueño que sigue alimentando anaqueles. Los títulos que ofrecemos aspiran a poblar uno de esos estantes, siempre voraces, acerca de los 40 años transcurridos desde 1976 y los efectos de la dictadura argentina en la cultura. Hemos hecho trampa en ocasiones: las reseñas abren conexiones a otros libros, revistas o filmes recientes que dialogan con el listado. No se incluye Nunca más, informe final de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, entregado al presidente Raúl Alfonsín en 1984 y actualizado en 2006: no ha sido omisión sino voluntad de subrayarlo aquí, en otro plano, como un documento insoslayable.

El eternauta (segunda parte,1976), de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López publicada en el Libro de Oro nº 2 de la revista Skorpio. La ciencia ficción y el espíritu pulp confluyeron en la historieta más emblemática: El eternauta (1957). Escrita por Oesterheld y dibujada por Solano López, narra la aventura de Juan Salvo, padre de familia que se hace héroe en la acción, resistiendo una invasión extraterrestre en Buenos Aires. La segunda parte, publicada entre diciembre de 1976 y abril de 1978 (Oesterheld, militante de Montoneros, ya estaba desaparecido), metaforizó en tiempo real la dictadura, la desaparición de las cuatro hijas del guionista y su pase a la clandestinidad. Ya en democracia, lo mejor del género se desarrolló en la revista Fierro (1984-1992), de subtítulo elocuente: "Historietas para sobrevivientes".

Seamos felices mientras estamos aquí. Crónicas del exilio, de Carlos Ulanovsky (Ediciones de la pluma, 1983. DeBolsillo, 2011). Si bien la represión de la militancia de izquierda había comenzado con la Triple A, instrumento parapolicial del gobierno de Isabel Perón, el golpe del 76 volvió sistemáticas la persecución y la desaparición forzada de personas. Se calcula que medio millón de argentinos dejó el país para salvar sus vidas. Emotivo y desgarrado, este relato refleja la cotidianidad, pesares y debates de quienes llevaron en México "una vida incompleta, cortada en dos", hasta que con el regreso a la democracia en 1983 "la dolorosa y estéril polémica entre los que se fueron y los que se quedaron fue reemplazada por los que vuelven y los que no vuelven".

Alambres, de Néstor Perlongher (Ultimo Reino, 1987), premio Boris Vian de Literatura argentina. "Exilio sexual" llamaba Néstor Perlongher (1949-1992) a su vida en San Pablo. Militante del Frente de Liberación Homosexual, vivía ya en Brasil cuando empezó a escribir "Cadáveres", el gran poema sobre la dictadura, que publicó en 1984 en Diario de Poesía y luego en el libro Alambres. Intensa aleación entre el deseo y la denuncia de la muerte en cada cosa, el frenesí de una lengua desmesurada ─"neobarrosa", torsión que fuerza al neobarroco latinoamericano a meterse en el barro─ afirma que la posdictadura también se libra en los cuerpos. Frente a la poesía social y política al estilo Gelman, Perlongher erige la libertad sensual en gesto político.

Corazones en llamas. Historias del rock argentino en los 80, de Laura Ramos y Cynthia Lejbowicz (1991. Edición corregida y actualizada, Aguilar, 2016). El "rock nacional" fue espacio de expresión alternativa, resistencia y creatividad de los jóvenes durante los 80, una década que empezó con dictadura, censura y estado de sitio y terminó, tras la derrota en la guerra de Malvinas (1982), con democracia, indultos a los militares y a los líderes de organizaciones guerrilleras, e hiperinflación. Todo esto se filtró en las canciones y alimentó la educación sentimental de una generación, que empezaba a llorar dentro de la comunidad roquera a las primeras víctimas de sida. Anécdotas y testimonios de artistas y una bitácora de hitos y lugares confluyen en esta crónica, clásico sobre una época de ebullición cultural.

La Voluntad. Una historia de la militancia revolucionaria en la Argentina. Tomo 5 / 1976-1978, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós (Planeta, 1998; Edición definitiva, 2006). Narrar el horror con las voces y, en algunos casos, la autocrítica de sus sobrevivientes es el gran mérito de esta obra imprescindible. Se inicia con el golpe militar que destituyó a Isabel Perón (los "delitos subversivos" serían castigados con pena de muerte "aplicable a toda persona mayor de 16 años", advertía el régimen) y llega al Mundial de 1978. Elocuente fresco del fervor, ideario y divisiones entre militantes, debe leerse en estéreo con otro libro excepcional, testimonio de quienes reinterpretan a sus padres: Hijos de los 70. Historias de la generación que heredó la tragedia argentina, de Carolina Arenes y Astrid Pikielny (Sudamericana, 2016).

Dos veces junio, de Martín Kohan (Sudamericana, 2002). Dos mundiales de fútbol ─el de junio 1978, que Argentina ganó y el de 1982, mientras el país perdía la guerra de Malvinas─ enmarcan esta novela que se abre con una pregunta feroz apuntada en un cuaderno junto al teléfono de una dependencia militar: "¿A partir de qué edad se puede empesar a torturar a un niño?" (sic). La falta es corregida por el soldado que la encuentra, a quien le preocupa más ese desajuste ortográfico que el horror que encierra. La ficción avanza indagando el vacío moral y los niveles de adhesión que lo hicieron posible. Kohan participó también en Golpes (Seix Barral, 2016): relatos y memorias de la dictadura de 24 escritores en edad escolar en 1976.

Política y/o Violencia. Una aproximación a la guerrilla de los años 70, de Pilar Calveiro (Norma, 2005; Siglo XXI, 2013). ¿Qué hicieron o dejaron hacer los militantes de los 70 en relación con la violencia que acabó destruyéndolos? ¿Por qué su propuesta política no logró hacerse aceptable para la sociedad? Detenida en 1977 durante un año, Calveiro se exilió luego en México. Su ensayo fue crucial para instalar la discusión sobre la memoria social y un tema por entonces tabú ─junto con libros colectivos como No matar: sobre la responsabilidad (UNC, 2007)─. "Los sobrevivientes, los militantes, los actores políticos principales de entonces tienen que retomar (...) una palabra crítica que dé cuenta de los sentidos y los sinsentidos de lo actuado". En 2014, Héctor Leis y Graciela Fernández Meijide replantearon estas cuestiones en el muy recomendable documental El diálogo.

76, de Félix Bruzzone (Tamarisco, 2008). Los ocho cuentos de 76 desovillan historias así: un protagonista decide invertir la indemnización que le dio el gobierno por la desaparición de sus padres para fabricar cigarrillos que se puedan fumar bajo la lluvia. Félix Bruzzone, nacido en 1976 e hijo de desaparecidos, escogió el camino de la elipsis y de la ausencia de victimización para contar su historia. Y renovó las formas de decir un espanto que no requiere subrayarse para ser elocuente: grita en los cientos de huérfanos que dejó el terrorismo de Estado, muchos de ellos secuestrados y aún buscados por Abuelas de Plaza de Mayo.

La república posible. 30 lecturas de 30 libros en democracia, editado por Diego Bentivegna y Mateo Niro (Cabiria, 2014). La literatura argentina desde 1983, año del retorno a la democracia, es una "máquina de la memoria, que retoma, da forma, reelabora y potencia la experiencia del horror de los años feroces", afirman los editores de este "recorrido crítico posible". En la biblioteca que forman las elecciones y ensayos de los 30 "lectores profesionales" convocados (periodistas, escritores, académicos, traductores...), se destaca también la presencia inoxidable de la noción de crisis y la riqueza de los papeles íntimos (cartas, diarios, etc). De Fogwill a Mairal, la selección abraza todos los géneros y es atractiva tanto por lo que se incluye como por lo que expresan las omisiones.

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