_
_
_
_
CRÍTICA | EL HOMBRE QUE QUISO SER SEGUNDO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La mitad oscura

La película gira en torno a la figura fantasmática del hermano gemelo de Segundo de Chomón, a quien se le atribuye el primer uso del 'travelling'

En 1995, Peter Jackson y Costa Botes lanzaron al mundo el meticuloso (falso) documental La verdadera historia del cine, centrado en celebrar las aportaciones pioneras de un oscuro cineasta neozelandés, Colin McKenzie que, según las evidencias presentadas, habría sido el verdadero inventor del travelling, el plano detalle y otros hallazgos de lenguaje. Por supuesto, todo se trataba de una elaborada broma —McKenzie nunca existió—, pero, más allá del juego cinéfilo, la película planteaba la posibilidad —y, quizá, la exigencia— de hurgar en las zonas de sombra de los hitos canónicos cinematográficos para proponer lecturas alternativas de una serie de dogmas (de fe) heredados. Las historias del cine atribuyen el primer uso del travelling al turolense Segundo de Chomón, en calidad de miembro del equipo técnico de Cabiria (1914) de Giovanni Pastrone. Chomón, que en 1909 adaptó libremente El hombre invisible de H. G. Wells en su corto Le Voleur Invisible (1909), ha sido tradicionalmente una figura condenada a la invisibilidad, bajo el injusto y limitador calificativo de el Méliès español, circunstancia que la excéntrica El hombre que quiso ser Segundo de Ramón Alós se empeña en reparar a través de la disolución de fronteras entre ficción y realidad y la sucesiva articulación y desarticulación de una leyenda.

El hombre que quiso ser Segundo

Dirección: Ramón Alós.

Intérpretes: Ramón Langa, Enrico Vecchi.

Género: documental.

España, 2015.

Duración: 90 minutos.

Mezclando reconstrucciones dramáticas, animaciones, abundantes fragmentos de la obra del cineasta y testimonios de expertos, la película gira en torno a la figura fantasmática del hermano gemelo de Chomón: un espejismo orientado a reparar un olvido que, al mismo tiempo, plantea un interesante enigma cinéfilo en cuya resolución resulta clave la figura del ventrílocuo Francisco Sanz Baldoví. Alós no consigue armonizar todos sus tonos, pero ofrece una estimulante lectura de Chomón como atormentado agente de la caída de su ídolo y emblema del paso de la poética artesanal a la industria del asombro.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_