“La ficción permite al lector sentir como víctima y como verdugo”
Jorge Volpi publica en España su novela 'Las elegidas' La trama gira en torno a la trata y el tráfico con fines de explotación sexual
Tenancingo, municipio del mexicano Estado de Tlaxcala donde casi el 70% de la población es pobre, según datos de 2010 de la Secretaría de Desarrollo Social de México, es un criadero de prostitutas. Los padres educan a sus hijos para que vendan a sus hermanas y vecinas y a ellas les enseñan que son mercancía. Y como tal, las exportan. Como fruta. Como las fresas que se recogen en los campos de California, adonde llevan a estas mujeres y niñas. “En los últimos años ha habido más reportajes, más bandas desmanteladas… Pero aun así se mantiene Tenancingo como un lugar donde, sin generalizar, varias familias mantienen el negocio de la trata y tráfico de mujeres”, explica Jorge Volpi (México, 1968), quien novela en Las elegidas (Alfaguara) la vida de un grupo de estas desafortunadas mexicanas.
Amarga y cruda, pero sin caer en el mal gusto, la novela cuenta cómo El Chino emigra a Estados Unidos, donde monta un prostíbulo de mexicanas. Y lo narra en verso: “No quería que fuera amarillista o escandalosa”, explica el autor quien considera, además, que los recursos propios de la poesía “refuerzan los aspectos dramáticos de la historia”. La elegancia de la pluma de Volpi, que publicó este lunes su obra en España, consigue que la ruindad cale los huesos del lector. “Me costó porque no soy poeta”, confiesa.
Tenancingo tiene historias de elegidas reales, pero Volpi se decantó por la ficción para que “la imaginación pueda contar las vidas de estos personajes, muchas veces diciendo aquello que no podría documentarse con los recursos solos del periodismo. El objetivo de la ficción es que el lector realmente sienta que está viviendo de uno y otro lado de este espectro de víctimas y verdugos”.
En su novela, el premio Planeta 2012 muestra cómo el límite donde acaba la víctima y comienza el verdugo puede ser vaporoso. “Algunas mujeres que han sido sometidas al tráfico son rescatadas por miembros de la banda y, […] por gratitud, se involucran en sus actividades. A veces, con niveles de violencia superiores a los de los hombres”. Cuando esto ocurre en la obra, una de las elegidas recrimina a la que la ha vendido: “Me hablaste de los dólares, no de que me iban a cochar los mismos puercos”. Otra barbaridad más: estas mujeres asumen que sea como fuere las van a cochar.
El autor entiende la cultura machista y la violencia como las simientes de las que emanan estas historias; y la impunidad, como el entorno que permite que se desarrollen. “Las mujeres que han sido violadas en pocas ocasiones logran que se haga justicia. Es esencial una reforma del sistema de justicia para eliminar la impunidad”. México registra una media de 40 denuncias diarias por abuso sexual, de las cuales solo una de cada cinco ha recibido una sentencia firme, según un estudio de ONU Mujeres México que analiza cifras de 1997 a 2014.
“Gordas, jugosas, dulces, suaves, tiernas fresas”, recita uno de los capítulos del libro. Adjetivos que más adelante harán referencia a ‘las elegidas’. Otra crítica de Volpi a la “sociedad patriarcal” es su reflejo en el lenguaje: “Las reglas gramaticales son derivadas de esa forma de organizar la sociedad. Hemos tenido tanto tiempo esas reglas que salir de ellas nos parece antinatural. Pero eso no significa que no exista una impronta sexista y machista”.
Tras investigar sobre los sucesos de Tenancingo, Volpi pensó en plasmarlos en una película. De esa idea original, salieron tres proyectos: el drama ‘Las elegidas’; la ópera ‘Cuatro corridos’; y la novela. Como próximo desafío, el escritor ha decidido abandonar la ficción, algo que nunca había hecho. “Estoy investigando un caso judicial mexicano para escribir una novela sin ficción y evaluar no solo esta historia, sino el propio sistema de justicia mexicana”, explica quien considera la impunidad el gran mal mexicano.
Tráiler de la película Las Elegidas, de David Pablos.
Babelia
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